Carlos entrenó para enfrentar su discapacidad
Cuando Carlos se enteró de que iba a perder la visión, decidió prepararse e inició un proceso de entrenamiento para no dejar de ser autónomo al momento de quedar ciego.
Cada día cubría sus ojos con una venda y practicaba cuántos pasos necesitaba para ir de un sitio a otro. Además aprendió la ubicación de los objetos que estaban en su hogar.
Igualmente realizó esta práctica en el centro de diálisis al que acude debido a una insuficiencia renal que padece hace 8 años. De esta forma, al perder la visión por completo, fue perfectamente capaz de ubicarse en espacios conocidos debido a su determinación y autoentrenamiento.
A sus 53 años, Carlos Enrique Allauca Remacho es uno de los beneficiados con las ayudas de la Misión Las Manuelas.
En su casa, ubicada en la parroquia Llano Chico, en el noroeste de Quito, recibió una brigada de este programa gubernamental, que constató su situación.
El ciudadano tiene diagnóstico de diabetes desde hace 10 años, razón por la cual perdió la vista.
Entre las ayudas prescritas se encuentra un bastón de rastreo. Además recibe controles médicos en el Centro de Salud Llano Chico y visitas domiciliares mensuales por parte del Equipo de Atención Integral de Salud (EAIS).
Carlos es beneficiario del Bono Joaquín Gallegos. En su casa vive con sus hijos y su nieto de 4 años, quien fue considerado para la inclusión en el programa Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (Faspi) del Ministerio de Educación, para el nuevo período lectivo.
“Los servicios que me ha dado el Estado por mi discapacidad son muy buenos”, señaló Carlos. “Me hago la diálisis tres veces por semana en la clínica Nefrologi, que tiene un convenio con el Ministerio de Salud Pública”.
Él recuerda que conoció al presidente de la República, Lenín Moreno, en junio de 1994. “Era una persona muy sensible, pues ya tenía su discapacidad”. Y cuando estaba de candidato a la Vicepresidencia, se lo encontró cerca a la Tribuna de los Shyris.
“Antes las personas con discapacidad pasaban desapercibidas porque ninguna entidad se preocupaba de ellas. Desde que Lenín Moreno comenzó con las brigadas de la Misión Manuela Espejo, la situación ha mejorado en casi el 100%”, puntualizó Carlos.
En Ecuador existen 447.539 personas con discapacidad, y precisamente para su atención, el Gobierno impulsa la Misión Las Manuelas.
El objetivo de esta entidad es articular la intervención integral de personas con discapacidad y sus núcleos familiares. Actualmente, Las Manuelas cuenta con 312 brigadistas en las nueve zonas del país. Fernanda Aguirre es una de ellas.
Su función es coordinar el trabajo en la Zona 1, que abarca las provincias de Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos. “Es gratificante sentir y ver que las personas con discapacidad están siendo atendidas y que con el trabajo que realizamos contribuimos a mejorar sus condiciones y calidad de vida”, dijo Aguirre.
Uno de los casos que marcó su trabajo fue cuando conoció a dos personas con discapacidad auditiva, con enorme dificultad para expresar lo que necesitaban. “Nosotros interpretamos sus necesidades y pudimos hacer una inserción laboral. Ahora están trabajando”. (I)