Cargados en kungas y canguros de colores de tipo ergonómico, un grupo de mujeres, la mayoría primerizas, se concentró en La Rotonda, Guayaquil, para iniciar una pequeña caminata para promover la crianza de los bebés en brazos o ‘porteo’.

El mes pasado se celebró la Semana Mundial de la Crianza en Brazos impulsada por la asociación Babywearing International bajo el lema ‘Comparte la aventura’.

Stefy Pow, consejera y educadora de lactancia, explica que el ‘porteo’ es el hecho de reconocer que el bebé necesita otros 9 meses fuera de la panza, “que sienta la misma sensación de protección y seguridad que tenía en el embarazo, lo que se conoce como ‘exterogestación’, gestación fuera del útero, que dura ese período.

Agrega que aunque en el país eso no se da -mayormente lo que hacen las madres es ponerlos en el coche o  en la cuna- porque les duelen los brazos, la espalda o incluso no lo hacen porque son aconsejadas de que eso es estar malcriando al bebé.

“Ellas ignoran que la práctica del ‘porteo’ hace que se libere oxitocina, la hormona de la felicidad y estimula la  producción de leche y regula la temperatura corporal”.

Además, aporta al niño seguridad, y contribuye, entre otras cosas, a aliviar los cólicos y el reflujo.

Diana Tapia, de 25 años, quien tiene un niño de un mes y tres semanas, ya inició esa práctica. “Es una sensación hermosa ver como mi niño está pegadito a mí, escucha los latidos de mi corazón, él está tan feliz. Yo no salgo sin mi kunga”, dice.

Valeria Valencia cuenta que desde que su hija Liv, una bebita de un año de nacida, pesó 15 libras empezó a utilizar el canguro, que a diferencia de la kunga está diseñado para niños un poco más grandes y es muy práctico; por ejemplo, si yo tengo que salir a hacer un trámite, mi papá, mi mamá o incluso mi esposo se lo pone y carga a mi bebita”.

Ambas madres primerizas resaltan que usar estas opciones garantiza comodidad para el bebé y para que ellas puedan realizar sus actividades de ama de casa con facilidad.

¿Hay alguna edad? Pow dijo que hasta los 4 años o 45 libras es recomendable su uso,  porque más o menos al tercer año el bebé necesita  ser más independiente. “Ellos captan con mayor recepción lo que les dice”.

Leonela Parrales es otra de las madres que llegó con su niño en su kunga; la acompañó su madre Victoria, quien recordó que en su tiempo lo que se hacía era meter en la blusa al bebé para darle calor.

La iniciativa, en la que se inscribieron 60 madres, es una continuación de la gran lactada que hace unos meses se dio en conmemoración a la Semana de la lactancia.

Pow adelantó que para diciembre  prevén impartir un miniciclo de educación en lactancia e hizo la invitación para que más madres se sumen a esta cruzada.