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El Telégrafo
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La deforestación y el aumento de niveles del mar empeorarán la situación

Cambio climático empuja a las aves hacia los polos

Varias especies de aves, como el arrendajo gris, el frailecillo y el tucán pico iris, dejaron sus hábitats naturales. Leonardo Boix
Varias especies de aves, como el arrendajo gris, el frailecillo y el tucán pico iris, dejaron sus hábitats naturales. Leonardo Boix
30 de noviembre de 2015 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

Un gran número de especies de aves ha comenzado a dirigirse a los polos norte y sur del planeta, como también a zonas más elevadas, debido a que el cambio climático está transformando completamente sus hábitats naturales, según un reporte del grupo Birdlife International.

Según la investigación de ornitólogos y biólogos, el 25% de las 570 especies de aves estudiadas globalmente se ha visto afectado negativamente por el cambio climático.

El informe dado a conocer en Londres también indicó que el 13% respondió positivamente, en gran medida porque pudieron adaptarse a los cambios de temperaturas.

Especies que tradicionalmente poblaban zonas bajas, como los tucanes pico iris o piquiverde (Ramphastos sulfuratus), ahora suelen encontrarse en zonas más elevadas de Costa Rica, hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar, como consecuencia del cambio del clima.

Por su parte, el arrendajo gris (Perisoreus canadensis) está concentrándose cada vez más al norte de su hábitat natural, en promedio 18,5 kilómetros más al norte que hace 26 años.

Una de las tendencias halladas por Birdlife International involucra a las llamadas especies “de adaptación al calor” que se vuelven cada vez más comunes en Europa, mientras que las que tienden a adaptarse al frío registraron dramáticos declines en su número poblacional.

Las especies como el frailecillo atlántico o frailecillo común (Fratercula arctica), y también los pingüinos adelaida (Pygoscelis adeliae) se han reducido hasta en un 50% en solo algunas generaciones.

El británico Tris Allinson, uno de los autores principales del informe de Birdlife International, afirmó que la gente percibe al cambio climático “como algo allá lejos en el horizonte o que va a pasar dentro de bastante tiempo”.

“Lamentablemente, las señales de las aves son que están ocurriendo cambios significativos y profundos, con efectos negativos para una gran proporción de aves estudiadas”, subrayó el ornitólogo.

“Estamos viendo patrones consistentes de viajes de aves hacia los polos norte y sur en sus respectivos hemisferios, y un traslado hacia zonas más elevadas en las laderas de las montañas”.

Allinson también explicó que el cambio climático está provocando modificaciones en los comportamientos de las aves y en la sincronización de sus migraciones, “que tienen varios efectos dominó, como desajustes con otras especies”.

Los cucúlidos (Cuculidae), por ejemplo, normalmente sincronizan su regreso anual de África para utilizar los nidos de otras especies locales, las cuales crían a sus recién nacidos.

A medida que aumentan las temperaturas, los cucúlidos adelantan sus viajes migratorios, pero siguen llegando demasiado tarde y, como consecuencia de ello, las poblaciones de los cucúlidos están reduciéndose en varios países.

La publicación oficial de Birdlife International, el magazine The Messengers, predijo que la mayoría de las especies de aves registrará una reducción de sus hábitats naturales -épocas de apareamiento interrumpidas- y muchas modificarán demasiado lentamente la distribución de sus poblaciones para hacer frente a las consecuencias del cambio climático.

“La amenaza de extinciones y declives en poblaciones de aves aumentará rápidamente como resultado de ello. Un tercio de las aves de Europa ya está en peligro”, destacó el informe.

Birdlife International, que tiene su sede central en Cambridge, en el centro de Inglaterra, explicó además que la mayoría de las aves de América del Norte perderán para finales de este siglo más de la mitad de su hábitat natural geográfico, mientras que en el este de África perderán por completo hábitats adecuados.

La deforestación y el aumento de los niveles del mar empeorarán aún más el problema, destruyendo hábitats naturales de gran importancia en humedales y bosques, mientras que hábitats libres de malaria aumentarán dramáticamente.

De todos modos, el informe da cuenta de algunas señales de esperanza, con ejemplos exitosos de recuperación de turbas en el este de Europa y la creación de corredores migratorios en la región del mar Rojo, permitiendo que al menos 1,5 millones de aves puedan cruzar zonas con torres de alta tensión, cables eléctricos y turbinas eólicas.

El grupo ambientalista también explicó que implementar ciertas medidas, como el apoyo a medio ambientes fragmentados, la reforestación, salvaguardias para la bioenergía y más leyes de conservación y planeamiento ecológico, podrían ayudar a garantizar el futuro de las aves del mundo.

“Las soluciones que tienen en cuenta a la naturaleza no solo ofrecen una respuesta efectiva y accesible al cambio climático, sino que también aportan una serie de beneficios a la gente y la biodiversidad”, expresó Edward Perry, otro de los autores del reporte de Birdlife. (I)

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