La Comisión Interventora lleva 497 días en funciones, desde que fue designada por el Consejo de Educación Superior (CES) para dar apoyo y fortalecimiento institucional a la Universidad de Guayaquil (UG), luego de comprobarse varias irregularidades como el cobro de matrícula a pesar de ser gratuita. Hasta el momento se han devuelto más de $ 6 millones de las 20.883 solicitudes de estudiantes por concepto de gratuidad.

Para el actual vicerrector general César Muñoz, el apoyo no ha sido completo. “La Comisión Interventora tiene que ayudarnos, porque ellos son de acompañamiento y fortalecimiento y esa parte no se ve. Los miembros de la Comisión no conocen la Universidad”.

Muñoz se queja de una concentración económica. Al parecer los procesos para solicitar fondos e invertirlos en las facultades son lentos y burocráticos. “Por ejemplo, si se dañó una bomba de agua, o si no hay luz en uno de los salones, hay que esperar que ellos resuelvan, y pasan meses. Mientras el gobierno desconcentra, aquí es al revés”.

Jorge Kalil, presidente de la Comisión Interventora, aclara que la Comisión es una entidad que supervisa y da el visto bueno o veto sobre las decisiones tomadas dentro de la institución. “La universidad tiene sus autoridades con las que se prioriza una serie de actividades”.

Ante la queja sobre los logros alcanzados, Kalil indica que la ejecución de la universidad fue bastante alta, con respecto a la cantidad de estudiantes que posee: cerca de 18 facultades y 60.000 alumnos.

“Fuimos la segunda universidad del sistema público que tuvo el mayor porcentaje en gastos corrientes. Si nos comparamos con la Universidad Central de Quito, estuvimos muy por encima de ella”, dice Kalil, aunque reconoce que se debe mejorar la ejecución del presupuesto.

Según un reporte facilitado a este diario, la Universidad de Guayaquil ejecutó el 81,81% de su presupuesto en 2014. El rubro más alto fue el pago al personal, con $ 85’071.601; mientras que la inversión en bienes y servicios fue de $ 10’323.469.

En años anteriores la ejecución presupuestaria de la UG llegaba al 62%.

Creación de Fondo Rotativo

En un oficio con fecha 19 de septiembre de 2014, y que cuenta con la firma del actual rector Roberto Cassis, se detalla que el órgano colegiado académico superior resolvió, por unanimidad, aprobar el Reglamento de creación y uso de fondos rotativos para la universidad.

Marcia Gaibor, miembro administrativo de la Comisión Interventora, explica que el fondo permitirá resolver emergencias que se presenten en las facultades, como daños en los baños o que se queme un foco. A cada facultad le destinarán hasta $6.000, para atender temas no previsibles, y no para compras de equipos. La Dirección Financiera de la UG se encargará de revisar las solicitudes. Sobre este punto, Muñoz alega que el fondo es insuficiente.  

Facultades con necesidades

Otra de las promesas que no ha cumplido la Comisión, según Muñoz, es la inversión para atender las necesidades de infraestructura en las facultades. “Los miembros de la Comisión ofrecían venir con hasta $80 millones y eso no ha ocurrido”.

¿A qué se refiere? Muñoz asegura que para pagar a los jubilados de la institución se ha desatendido a las facultades. “Para salvar la carrera de Medicina y acreditarla tuvimos que tomar dinero de todas las facultades y dirigirlo solo a las que van a ser acreditadas, y entonces se desatendió el resto”.

Kalil se defiende y asegura que todo consta en un plan y presupuesto aprobado en Consejo. Parte de la estrategia contemplaba redirigir la inversión a otros fines como las becas a los estudiantes.

Además, la Comisión Interventora asegura que tiene proyectos para todas las facultades, “pero el dinero no alcanza para poder atender a todas, esa es la realidad. Estamos buscando una política interesante de poder hacer una ejecución presupuestaria muy alta en estos 3 meses, para así pedir recursos adicionales a Finanzas. Si tuviéramos un presupuesto de $ 100 millones más podríamos atender a la universidad entera”, revela.

El presupuesto para 2015 de la UGes de $ 183 millones.

Dinero perdido

Otra queja desde el Vicerrectorado General es la aprobación de $ 3 millones para proyectos de investigación, dinero que no fue ejecutado. “¿Por qué se perdió y no se ejecutó ese presupuesto en el ejercicio fiscal 2014?, por la burocracia”, indica Muñoz.

Gaibor, miembro administrativo, indica que la no ejecución de este fondo se debió a los retrasos en la asignación de recursos. La demora se habría producido en la administración del exrector Carlos Cedeño y del vicerrector académico José Apolo. El cierre del año fiscal también habría impedido asignar el dinero a iniciativas presentadas por los estudiantes.

Kalil niega que el dinero se haya perdido. “No ha sido utilizado. En función de eso se ha previsto un nuevo presupuesto de $ 5 millones para los proyectos de investigación”. Se prevé implementar para finales de marzo un Semillero de Investigadores, con un presupuesto de $ 200.000. Cada proyecto tendrá un financiamiento de $ 2.000.

DATOS

El 23 de octubre de 2015 la Comisión Interventora cumplirá 2 años de gestión. La integran Jorge Kalil, Marcia Gaibor, Lobelia Cisneros y Luis Carmenate.

Durante un último informe sobre los avances, los miembros de la Comisión expusieron entre los logros la regularización de 2.857 docentes sin contrato, por un monto de $ 5,1 millones.

Otro de los avances obtenidos fue la regularización de 1.217 procesos de miembros de la comunidad académica por $ 39’448.791,09. También se mencionó que hasta febrero de este año otros 1.671 fueron atendidos, lo que representa $ 708.670.63.

En 2013 la ejecución presupuestaria fue de 77,57%. La Universidad Guayaquil es la institución de educación superior pública que recibe la mayor asignación presupuestaria estatal.