Helen Brown recibió este lunes un kit de alimentos en la puerta de su casa, en la cooperativa 27 de diciembre de Durán.

Esta madre soltera no solo fue beneficiaria de la ayuda gubernamental, sino que ayudó a las brigadas del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) a entregar alimentos a más de 20 familias que viven en esta cooperativa de Durán y que se dedican al reciclaje, construcción, recolección de basura y a la venta informal.

De acuerdo al MIES más de 457.587 familias recibieron kits de alimento en el país.

“Aunque no lo crean, con tan solo una fundita de alimentos comen muchos niños. Si continúa la entrega de más donaciones se evitará que muchos se vayan a dormir sin comer”. Ella es madre de tres niños. Dos de ellos requieren leche y pañales.

Por eso ve con agrado el anuncio del presidente Lenín Moreno sobre crear una Cuenta de Asistencia Humanitaria, una oportunidad para que más familias reciban esta ayuda.

La iniciativa también permitirá que más bonos de protección familiar lleguen a los hogares. Hasta el momento se han otorgado 257.000 bonos.

José Mora, de 60 años, en los próximo días cobrará esta ayuda económica. Él dejó de percibir ingresos por la emergencia declarada. Antes de que esto pasara se ganaba la vida como ayudante de electricista, construcción. 

“Ahora estoy a la buena de Dios y la voluntad de lo que me den mis vecinos, pero con el bono ya podré tener para comer”.

El Gobierno Nacional ha diseñado este mecanismo de solidaridad para proteger a los más vulnerables con una contribución de quienes más tienen.

Por ello ha contemplado una contribución progresiva según el salario que comienza con una base de $ 2 por un sueldo entre $ 500 a $ 600.

De acuerdo a Ricardo Hidalgo, rector de la Universidad UTE, toda iniciativa dirigida a paliar la situación de los más necesitados debe ser apoyada.

“Siempre será insuficiente pero hay que hacerlo. La cuenta es una de las alternativas para ayudar a los más necesitados”.

Añade que el Estado tiene que buscar soluciones para atender a los ciudadanos que se encuentran en el grupo de alta vulnerabilidad por la pobreza, empleo informal, desempleo y subempleo. “Hablamos de más del 40% de la población”.

Mercedes Montaño está de acuerdo con el descuento que se le hará a su salario para ayudar a los que menos tienen.

“Somos un país solidario y eso siempre se lo ha demostrado en tiempos de crisis. Estoy de acuerdo en aportar, pero considero que se debe revisar esa tabla de descuentos. El Gobierno debe poner a los mejores hombres y mujeres para que la gente sienta confianza en que sus aportaciones van a ir a los más necesitados para que no ocurra lo que pasó con lo recaudado en el terremoto del 16 de abril”.

Asimismo, Karem González, directora de vinculación con la Sociedad de la Ecotec, señala que la apertura de una cuenta de emergencias nacionales tendrá una acogida y respaldo positivo, siempre y cuando el Ejecutivo en conjunto con sus carteras de estado aporte en ella. “Primero se debe recuperar la confianza en la administración de recursos para luego solicitar al pueblo su contribución”.

Para evitar situaciones irregulares, Hidalgo considera que podría nombrarse una veeduría ciudadana que garantice que los fondos lleguen a donde deben, “pero la administración de esa cuenta debe ser desde los organismos del Estado ecuatoriano”.

Jazmín Azu, otra beneficiaria de los kits de alimentos, plantea que las entregas se hagan al menos dos veces a la semana. Ella vive en Durán.

La joven piensa que por esa razón es de vital importancia que se cree esta Cuenta de Asistencia Humanitaria.
“Cuanto más personas se sumen a ayudar habrá más familias que no se queden sin alimentarse y eviten enfermarse”. (I)