La investigación Microorganismos de la Antártida y Evaluación de su potencial Biotecnológico, empezó luego de una expedición que se realizó en 2010.

Juan Manuel Cevallos, docente del Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE) de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, señaló que entre los fines del proyecto está el desarrollo de nuevos productos alimenticios.

“Por ejemplo, hemos descubierto una enzima poderosa en uno de los microorganismos de las muestras extraídas en  la Antártida, que permitirá la fermentación, a baja temperatura, en cervezas y vinos de un modo  más eficiente al conocido y natural. Asimismo, con el proceso de clarificación en los jugos naturales. Podemos revolucionar el mercado”, manifestó.

Este es uno de los cerca de 20 proyectos para mejorar la agroindustria, presentados en la casa abierta realizada por el CIBE. Esther Peralta, directora del Centro, dijo que los proyectos son financiados por la institución y que la casa abierta permite conocer la importancia de la biotecnología, “que ha dejado de ser un sector emergente para convertirse en uno en pleno desarrollo en el país, más aún por tratarse de  biodiversidad”.

Sobre la investigación en la Antártida, una de las expositoras, María Fernanda Ratti, dijo que otro beneficio es la actividad de control biológico al combatir un patógeno o agente  en un cultivo, haciéndolo más eficiente que  los plaguicidas.

Otro proyecto fue el de cultivo de tejidos. Según  José Flores, su proponente, es una técnica biotecnológica mediante la cual  de un tejido de una planta elite (resistente, rigurosa y productiva) se multiplican miles de plantas con las mismas características de la donante. Esto permitirá -dice- aumentar los niveles productivos del agro.

El trabajo Biodiésel generado a partir de una semilla de higuerilla combinada con metanol, busca  sustituir parcialmente  el uso del diésel de origen fósil, explicó  María Fernanda Quijano, expositora.