América Latina, entre dictaduras y revoluciones

Los años 80 o la llamada ‘década perdida de América Latina’ estuvo marcada por una fuerte crisis económica, debido a que la deuda externa excedió al poder adquisitivo de los países de la región.

Los Estados no eran capaces de cumplir sus compromisos de pago, lo que trajo graves consecuencias, como la reducción de las importaciones, el estancamiento del crecimiento económico, el aumento del desempleo y una clase media afectada por la inflación.

Se produce una masiva fuga de capitales, en especial hacia Estados Unidos, lo que lleva a una mayor depreciación de los tipos de cambio y esto, a su vez, aumenta el tipo de interés real de la deuda.

Entre 1980 y 1985, la tasa de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) en la región fue de solo 2,3%. En esos años (1982 y 1985) América Latina pagó $ 108 mil millones.

Para Santiago Cabrera, docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, la crisis causó gran conmoción social.

“En esos años el modelo neoliberal chileno, apadrinado por (Augusto) Pinochet, comienza a dar sus frutos, lo que también exige un avance en los movimientos revolucionarios de Centroamérica, sobre todo en Nicaragua. La revolución sandinista se va consagrando y su éxito también depende mucho de la postura que tenían los religiosos centroamericanos sobre la situación política de esos países”, destacó.

Dijo que existieron sacerdotes guerrilleros, como Ernesto Cardenal, y que la Teología de la Liberación toma fuerza porque reinterpreta los dogmas bíblicos desde la idea del compromiso social y la revolución.

Mientras eso sucedía en Latinoamérica, en ese tiempo el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, felicitaba los progresos de la democracia en la región, lo que alentaba a ese país en su lucha por la libertad. Asimismo, para el 12 de marzo de 1985, se preparaba un diálogo en Ginebra para exigir a las cinco potencias mundiales: EE.UU., Unión Soviética, Francia, Gran Bretaña y China, a congelar la carrera armamentista. (I)