Ciudades alemanas prohíben el uso de juegos pirotécnicos
Una encuesta publicada por el Instituto Civey indicó que el 59,6% de los alemanes está a favor de prohibir los espectáculos con fuegos artificiales, tras las complicaciones que estos conllevan.
Las fiestas de fin de año tienen algunas desventajas considerables. El impacto del cohete contamina el medio ambiente. A los animales y a los niños les asusta el ruido.
Además, cada año hay cientos de heridos debido a explosiones incontroladas o fallidas de petardos.
Por ello, varias ciudades en Alemania están tomando medidas y prohibiéndolos.
Por ejemplo, en Aquisgrán, una ciudad en la frontera entre Alemania, Holanda y Bélgica, se prohíben por primera vez este año los fuegos artificiales que sean lanzados por encima de los dos metros de altura.
“Queremos proteger nuestros edificios históricos. Hace nueve años, debido a un cohete de Nochevieja, hubo un incendio en una de nuestras iglesias, que dañó gravemente el altar mayor”, dice Linda Plesch, de la municipalidad de dicha ciudad.
Según la Asociación Alemana de Industria Pirotécnica, en 2018 fueron 133 millones de euros fue lo que se gastó en fuegos artificiales.
Los cohetes privados son una firme tradición de Año Nuevo en Alemania. En cambio, en ciudades europeas como París o Dublín, por ejemplo, hay fuegos artificiales organizados en puntos centrales de la ciudad.
Podría ser que Alemania se parezca a París a finales de año, en donde hay más espectáculos de luces y láser.
Se conoce que ciudades como Nueva York y Sydney también han prohibido los fuegos artificiales privados.
La Asociación de Ayuda Ambiental Alemana (DUH) solicitó a todos los ciudadanos que presenten peticiones para prohibir los petardos en sus comunidades.
Además, la DUH envió misivas a 98 ciudades, exigiendo prohibiciones de fuegos artificiales.
En Quito, este año el Municipio anunció que no se utilizará pirotecnia en los eventos municipales que se realicen para despedir el 2019. (I)