Aguas fecales enferman y matan a corales del Caribe
Las aguas de cloaca que contienen heces humanas son el origen de la bacteria que causa una enfermedad que mata a los corales en el mar Caribe, según un estudio que publica este miércoles la revista Science.
La enfermedad, conocida como serratiosis de acróporas (white pox en inglés), se observó por primera vez a mediados de los años noventa en los cayos de Florida y se distingue por las lesiones que causa, que se aprecian como parches blancos irregulares de esqueleto del coral, rodeados por necrosis.
La enfermedad, que se desarrolla con mayor rapidez y es más prevalente en épocas de aguas cálidas y de lluvias abundantes, se ha vinculado con la mortandad masiva de corales A. palmata en el Santuario Natural de los Cayos de Florida.
Entre 1996 y 2002 se calculó la pérdida de A. palmata en los cayos en un 87 por ciento, que alcanzó el 97 por ciento en algunos lugares.
Se ha identificado como agente causante a la bacteria Serraria marcenscens, una enterobacteria que es común en la materia fecal de humanos y animales y que se ha hallado en las aguas marinas contaminadas con las aguas de cloacas.
La profesora de biología Kathryn Sutherland, del Colegio Rollins en Florida, y sus colaboradores sabían desde 2002 que la bacteria que mata a los corales es la misma especie que se encuentra en los humanos.
"Cuando identificamos a la Serratia Marcesens como la causa de la enfermedad solo podíamos especular que los desechos humanos eran la fuente del patógeno porque la bacteria también se encuentra en las materias fecales de otros animales", indicó Sutherland.
Para determinar el origen del patógeno el equipo recolectó y analizó rastros de residuos humanos, así como de otros animales como ciervos y gaviotas, en muestras de las aguas servidas en una planta de tratamiento en Cayo Hueso.
El artículo añade que si bien se encontraron bacterias Serraria marcescens en los otros animales el análisis genético mostró que sólo la cepa proveniente de heces humanas era similar a la encontrada en los corales enfermos.
Con financiación del programa de donaciones "Protejamos nuestros arrecifes" del laboratorio Marino Mote de Florida, Sutherland y sus colaboradores inocularon fragmentos de coral con la cepa hallada tanto en humanos como en los corales para determinar si era la causante de la enfermedad.
Los experimentos se llevaron a cabo en un laboratorio con agua marina contenida en tanques para eliminar el riesgo de infección de la población de corales en el mar.
"La cepa causó la enfermedad en el coral en cinco días", dijo Sutherland.
La bacteria, añadieron los investigadores, no proviene del mar sino de los humanos. E