Actividad humana, responsable del 90% de incendios forestales
A más de las sustancias químicas como los clorofluorocarburos utilizados en aerosoles, el cloro en solventes y el bromo presente en los extintores de humo, los incendios forestales también constituyen una de las principales causas que provocan la reducción de la capa de ozono.
Los incendios forestales son aquellos en los que el fuego se extiende sin control en superficies que no estaban destinadas a arder por su forestación. En varios países del mundo se producen por causas naturales, específicamente por los cambios de temporada o variación climática en los períodos de tiempo característicos de cada región.
El mayor Fernando Ayala, jefe de la División Forestal del Cuerpo de Bomberos, afirma que al no poseer estaciones climáticas, en Ecuador, el 90% de los incendios forestales ocurre por la actividad humana.
“El aumento de la población empieza a abarcar la frontera de los bosques y existe mayor influencia de los humanos, lo que hace que los incendios sean más propicios en las periferias de los bosques que colindan con las viviendas”, indicó.
Para el asesor internacional de bosques, Luis Alberto Ugalde, la prevención es la medida principal para controlar este tipo de siniestros y se debe incentivar a la población para que tome conciencia sobre los daños que causan los incendios a corto y largo plazo.
En Quito y Guayaquil, los bomberos han implementado programas de prevención contra incendios: “Plan de Control y Prevención de Incendios Forestales” y “Prevención de Incendios Verano 2013”, respectivamente, que están enfocados a desarrollar actividades de humedecimiento y cuidado de los bosques para evitar incidentes.
El fuego arrasa anualmente gran cantidad de bosques en Ecuador: en los tres primeros trimestres de 2012 fueron afectadas por los incendios forestales unas 14.000 hectáreas, de las cuales más del 80% se concentraron en la capital.
Ugalde asegura que en la Costa, principalmente en las provincias del Guayas y Los Ríos, existe la “tradición” de quemar maleza, leña y papeles sin ninguna precaución, lo que un descuido puede causar que esta “pequeña candela” se convierta en un siniestro.
Como medida de prevención el Cuerpo de Bomberos recomienda hacer fogatas en lugares seguros, tener cuidado de no arrojar colillas encendidas en espacios verdes, eliminar de los terrenos el exceso de malezas secas, basura y otros combustibles ambientales, sobre todo mantener el respeto por la naturaleza mediante la concienciación y conocimiento.
El estado de la capa de ozono en Ecuador
Debido a su posición geográfica, Ecuador es uno de los países más afectados por la reducción de la capa de ozono, por el desgaste los rayos solares caen con mayor densidad a lo largo de la línea ecuatorial alcanzando niveles extremos de radiación ultravioleta, como señala el informe Hiperión del Departamento de Ciencias Planetarias de la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA).
La capa de ozono se ha deteriorado en los últimos 15 años y la radiación en el territorio ecuatoriano excede la escala de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece que 11 es el máximo puntaje de nivel de tolerancia humana.
EXA registra a diario en Quito y Guayaquil niveles de 24 y 14 puntos al mediodía, respectivamente, lo que demuestra que a la región llega la radiación más alta de todo el planeta que afecta principalmente a las zonas andinas de Ecuador, Colombia y Perú.
Los niveles excesivos de la radiación UVA y UVB que llegan a la superficie terrestre resultan perjudiciales para la salud; por ende es adecuado evitar la exposición solar y usar protección contra las radiaciones.
Origen de la fecha
El Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono fue instituido en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y se recuerda desde 1995.
Se escogió el 16 de septiembre como fecha conmemorativa para recordar la firma del Protocolo de Montreal en 1987, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
El tema de la celebración de este año “Una atmósfera saludable es el futuro que queremos”, conmemora el compromiso que asumieron los países firmantes, con respecto a la reducción y eliminación de sustancias que destruyen el medio ambiente. La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos solares y, por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
