Abuso sexual y bullying incitan el suicidio en los adolescentes del país

Las cifras alarman. En Ecuador, en los últimos cuatro años, la tasa de suicidio entre adolescentes de 12 a 17 años se incrementó considerablemente (Ver infografía).

El aumento de casos colocó a la muerte por voluntad propia como la primera causa de defunción en esa población. La afirmación consta en la Agenda Nacional para la Igualdad Intergeneracional (2017-2021).

El último miércoles, un menor de 12 años se lanzó desde el tercer piso de su vivienda, en el cantón La Libertad en Santa Elena. ¿La razón? Las bajas calificaciones, indicó la madre. Sin embargo, la Policía informó que se continuará con las investigaciones para conocer las causas de la muerte del estudiante.

El bajo rendimiento escolar al igual que el acoso y los abusos sexuales son algunas de las causas que incitan el suicidio de los adolescentes, señala un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En 2017, Gonzalo R. acabó con su vida tres semanas antes de cumplir 19 años. Si bien la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) señaló que en ese año otros 258 adolescentes de entre 12 y 17 años se suicidaron, la cifra aumenta si se amplía el rango de edad (de 11 a 19). Ahí las muertes registradas fueron 238.

Gonza, como su mamá Andrea lo llamaba, es parte de esta última estadística. La mujer que trabaja como cosmetóloga cuenta que aunque han pasado 15 meses desde que encontró a su hijo ahorcado en el baño de su vivienda, en Sangolquí, en el suroriente de Quito, su habitación se mantiene intacta. Él era su única descendencia.

En su infancia, Gonza tuvo déficit de atención y por dos años no asistió a su centro de estudios. Por ello, a sus 18 años cursaba el segundo año de bachillerato.

A diario, el adolescente pasaba solo en su casa, pues su mamá, quien es el sustento económico del hogar, tenía dos trabajos.

Mientras Andrea se cubre el rostro del intenso sol del mediodía de la capital relata que su hijo no dejó ninguna carta. Gonzalo siempre fue callado, tímido... “En el condominio no tenía amigos, porque le molestaban por su apariencia y el tiempo que no estudió. Yo siempre creí que eran cosas de chicos y que a él no le afectaban”.

Aunque no lo puede comprobar, asegura que la razón por la que su hijo se quitó la vida fue el bullying que vivía en su vecindario.
Después de que Andrea soltó la correa que apretaba el cuello de su hijo, lo llevó hasta la sala. Llamó a la Policía y su cuerpo fue trasladado a los laboratorios forenses de Medicina Legal. Ahí determinaron que murió por asfixia.

En junio de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que cada año fallecen más de 1,2 millones de adolescentes por causas que, en su mayor parte, podrían evitarse.

¿Cómo? Mejorando los servicios de salud, la educación y la asistencia social. Sin embargo, muchos adolescentes que padecen trastornos mentales, consumen algún tipo de droga o sufren deficiencias nutricionales, no tienen acceso a los servicios básicos de prevención y asistencia sanitaria, ya sea porque estos no existen o porque los jóvenes no los conocen comentó, en un comunicado de prensa, Flavia Bustreo, subdirectora de la OMS.

Al igual que Gonzalo, Juan T., de 15 años experimentó burlas, pero estas no fueron por parte de sus vecinos, sino de sus compañeros de clase.

El acoso escolar que vivió el menor provocó que ingiriera un frasco de insecticida con pastillas que encontró en el botiquín de su casa.

El informe ‘Una mirada en profundidad al acoso escolar en el Ecuador’ señala que el 60% de los alumnos entre 11 y 18 años vivieron un acto violento en la escuela. En las víctimas pasivas, el suicidio es uno de los desenlaces.

El documento elaborado por el Ministerio de Educación (MinEduc) y la Unicef indica que el suicidio fue considerado por más del 10% de los escolares afectados por bullying.

María Fernanda Porras, subsecretaria del MinEduc, señala que los diferentes tipos de violencia que viven los menores tienen relación directa con el suicidio. Para ella, lo fundamental es la prevención que se trabaja desde los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE).

En la actualidad hay 3.400 profesionales vinculados a esas áreas. Sin embargo, la funcionaria dice que existe un déficit de 2.300.

Cuando la mamá de Juan, Laura Orozco llegó a casa, él vomitaba en el baño. Inmediatamente tomó un taxi y ambos fueron a un hospital. Allí el menor recibió un lavado estomacal y su salud física mejoró en un día. Sin embargo, por 11 meses acudió a ese centro de salud para recibir tratamiento psicológico.

Maritza Troya, del proyecto de salud mental del Ministerio de Salud, informa que cuando una persona llega a un hospital por intento de suicidio recibe atención por emergencia. Una vez que es estabilizada, el galeno que atiende el caso establece una interconsulta con psicología y psiquiatría para iniciar el tratamiento de salud mental posterior al alta médica.

Esta atención se da a través de los servicios ambulatorios intensivos en los que se ofrecen terapias individuales y familiares. En el país existen 25 de estos centros. Troya agrega que lo recomendable es que el seguimiento dure como máximo dos años.
Impactos de los abusos sexuales

El psiquiatra Álex Dávalos explica que quienes, durante su infancia, fueron víctimas de cualquier tipo de violencia tienen dos veces más riesgo de intentar suicidarse. Este dato lo confirma la OMS.

Después de las consecutivas denuncias de abusos sexuales en el sistema educativo, el Legislativo conformó la Comisión Aampetra. Allí se denunciaron 4.864 casos; de ellos 1.837 ocurrieron en el sistema educativo. El documento añade que los DECE no detectan los casos de forma oportuna. (I)