Entrevista / yina quintana / presidenta del consejo de la igualdad de género
"A la sociedad le falta alcanzar la igualdad en lo cultural"
A Yina Quintana es común verla rodeada de activistas, tanto afros, indígenas o mestizas. Todas tienen apertura en su despacho, en el Consejo de la Igualdad de Género en Quito, una entidad que dirige desde 2009 cuando funcionaba como la Comisión de Transición. Durante los últimos 20 años, Yina Quintana ha dedicado su vida a promover los derechos de las mujeres y en 2016 se prepara para presentar un proyecto de Ley Orgánica del Sistema Nacional de Cuidado en el Hogar, que garantice y reconozca el trabajo no remunerado.
¿Cómo evalúa el año que termina en la consecución de derechos de las mujeres en Ecuador?
En materia de derechos este año se han podido consolidar las acciones y políticas públicas que corresponden a la Agenda Nacional de Género. Pero creo que el mayor logro ha sido cerrar brechas históricas de desigualdad y pobreza en la población femenina. Un ejemplo es que la pobreza por necesidades básicas insatisfechas bajó del 76,5% al 57,3% para las mujeres en el área rural. Otro avance importante ha sido la equidad en la matriculación básica, no existe discriminación hacia las mujeres, entre 5 y 14 años, en el acceso a la educación. La tasa neta de matriculación femenina en el Bachillerato llegó al 64% en 2015 y esto es importante a la hora de hablar de oportunidades laborales.
Incluso hay mayor participación de las profesionales en espacios históricamente ocupados por varones. A pesar de que el COIP entró en vigencia en 2014, la disminución de los casos de femicidio de 92 el año pasado a 60 en 2015 es destacable, puesto que en estos 12 meses se ha consolidado el trabajo en varias instancias técnicas para prevenir el delito. La Fiscalía también tiene 18 unidades especializadas en género para investigar casos de violencia.
¿Cuáles son estos espacios donde las mujeres han ganado puestos?
Hay una mayor participación de mujeres en la Policía, Fuerzas Armadas, en el Ministerio de Defensa y el de Relaciones Exteriores, espacios históricamente masculinizados. En la cartera de Defensa se puso en marcha este año una estrategia nacional para la igualdad de condiciones. Y en la Policía ya tenemos a una comandante en la Zona 8, elegida hace poco (Tanya Varela).
Todas estas acciones en el país han recibido reconocimiento en el mundo. Por ejemplo, en mayo el comité de expertas de la Cedaw (Convención para la eliminación de la discriminación contra las mujeres) felicitó a Ecuador por lo avanzado en el acceso al espacio público y participación política, así como la tipificación de los delitos de violencia.
Si bien el propio informe del Foro Económico Mundial reconoce que Ecuador ha avanzado en acceso a la educación y salud, existe una brecha que aún no se logra cerrar, y que es recurrente en otros países, ¿por qué las mujeres siguen ganando 24% menos que los hombres?
En este tema el país ha dado el paso importante para garantizar el acceso a un mejor sueldo, que es incrementar la tasa educativa; a mayor nivel de educación, mayores son las oportunidades para insertarse en el mercado laboral.
Justamente de varios diálogos con las mujeres surge esta problemática, que los sueldos son bajos, hay una brecha significativa y no la negamos, pero hay que crear las bases para que las mujeres puedan participar en condiciones de igualdad en el mercado laboral.
Globalmente, según la Unesco, solo el 28% de quienes trabajan en áreas de ciencia y tecnología son mujeres. Las profesionales siguen inclinándose por carreras históricamente diseñadas para ellas, como docencia o periodismo. ¿Cómo cambiar que se sigan educando en las ramas de siempre?
Estamos llevando adelante una estrategia con la red de educación superior, conformada por 40 universidades, trabajando en una estrategia de la tranversalización de la perspectiva de género, lo que implica generar mejores condiciones para que las mujeres puedan acceder a carreras cuánticas, científicas, técnicas, o poder ofrecer a la nueva generación de mujeres otras opciones, porque si estudiamos las clásicas, nunca vamos a alcanzar la participación neta de las mujeres en estos espacios decisivos. Y esto tiene relación con la participación política de las mujeres.
En la política, las ecuatorianas sí han mostrado un empoderamiento positivo en 2015...
Claro, en la Asamblea tenemos tres presidentas, y hay paridad en los diferentes ministerios. Tenemos un desafío de poder trabajar en las próximas elecciones y lograr mayor representatividad. Debemos decir que las mujeres que hoy son concejalas o asambleístas han enfrentado nuevas formas de violencia o acoso, el político. Esto nos reta a profundizar en la transformación de patrones culturales, porque a la sociedad aún le falta alcanzar la igualdad en lo cultural.
Hasta aquí tenemos una perspectiva de la mujer urbana; pero, ¿qué ocurre en el campo, la desigualdad rural sigue latente?
El país tiene el gran desafío de cerrar brechas históricas de desigualdad, y en el área rural las mujeres se enfrentan a grandes problemas, en especial al acceso a créditos para sembrar la tierra.
La mujer tiene la gran responsabilidad de contribuir con la soberanía alimentaria de las familias, pero trabajan en poca cantidad de tierra y no tienen la garantía de recibir líneas de crédito flexibles ni cuentan con bienes y servicios para comercializar sus productos. Hace un mes en un evento subregional, entre la FAO, el Magap y el Consejo para la Igualdad, se reflexionó sobre esta problemática y cómo generar políticas públicas para las mujeres.
En cuanto a la violencia, ¿el descenso en los casos de femicidio se lo atribuye a la prevención?
No digo que hay un crecimiento de las denuncias, sino que se evidencia un sentido de mayor empoderamiento de las mujeres; ellas conocen más de sus derechos, pero también el país ha creado mejores condiciones para que ellas presenten las denuncias. Las ecuatorianas están participando activamente para construir acciones de manera conjunta. (I)