Los trabajos fueron elegidos entre 3.800 proyectos
8 jóvenes del Banco de Ideas perfeccionan sus inventos
Juan Diego Palacio, Augusto Avendaño, Mateo Sánchez y José Antonio Córdova salían de clases de física cuando recibieron la noticia de ser seleccionados entre los 6 proyectos ganadores del Banco de Ideas. Los 4 chicos, que tienen 17 años, estudian en el colegio Eugenio Espejo, de Loja. Desde que recibieron el reconocimiento el grupo de adolescentes ha mantenido encuentros, como desayunos con la Senescyt, y ahora se preparan para lo que será su viaje a Bélgica, donde participarán en una feriamundial en julio próximo.
Juan Diego recuerda que cuando propuso a sus compañeros desarrollar un dispositivo para entregar energía inalámbrica y tener una ciudad sin cables me decían que era imposible, que estaba loco. “Ahora ya pensamos tener nuestra empresa cuando cumplamos 18 años y cada uno tiene claro qué carrera va a estudiar para contribuir al proyecto”.
Explica que Conéctate al Aire es un dispositivo que nació en el garaje de su casa que funciona con campos magnéticos, -que se parece al módem que distribuye la señal de internet de forma inalámbrica. “Así como vemos la zona WiFi, con nuestro proyecto dirá Conéctate al Aire. Lo hemos probado para cargar un celular, una lámpara, sin tener que usar un interruptor”.
Conéctate al Aire por ahora alcanza un metro, “la idea es tener repetidores para que la cobertura sea mayor y tener una ciudad conectada de forma inalámbrica”.
En el mundo existen 3 empresas que ofrecen energía inalámbrica y nosotros queremos ser la cuarta siguiendo el legado de Nikola Tesla, investigador estadounidense que buscaba crear la torre Wardenclyffe inalámbrica. Ahora trabajaremos en mejorar el proyecto, “seremos uno de los 5 miembros que representarán a América Latina en Bruselas”.
Al igual que Conéctacte al Aire, otro de los proyectos expuestos en ferias internacionales es Handeyes, un dispositivo que permite a las personas con discapacidad visual tener mayor movilidad y mejorar su independencia. El proyecto, creado por los 4 jóvenes, ya fue exhibido en ferias de Colombia.
Diego Aguinsaca explica que el brazalete funciona con sensores ultrasónicos que pueden captar una distancia de hasta 6 metros para luego emitir sonidos o vibraciones que detectan objetos cercanos.
Agrega que hace 11 meses diseñan Handeyes en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), de Cuenca, donde cursan la carrera de Ingeniería de Mecatrónica y varios son residentes.
El dispositivo que tiene 2 presentaciones: brazalete y un pequeño mango, de no menos de 7 centímetros, que ya ha sido probado por personas con discapacidad visual, quienes les han dado recomendaciones.
Según Diego Rivadeneira, otro de los desarrolladores, Handeyes tiene otras funciones como reconocer el color de los objetos que acerque al dispositivo y también se puede escuchar música.
“Nosotros buscamos reemplazar esos bastones que utilizan, pero sabemos que es una tarea complicada por lo acostumbrados que están”, manifiesta.
Además de Aguinsaca y Rivadeneira, el grupo de innovadores lo completan Alex Aldaz, Fabricio Reyes y Carlos Canacuán.
Por ahora las pretensiones del grupo es sacar al mercado este dispositivo.
El costo será de $ 150, aunque puede variar por la importación de los sensores que necesitan para producir en serie el dispositivo.
“Estábamos esperando esta oportunidad porque ya hemos concursado y ganado algunos, pero esta es la primera vez que podemos tener una ayuda directamente financiera. Antes de inscribirlo al Banco de Ideas habíamos pensado en hacer un préstamo al banco y buscábamos inversionista”, manifiesta Rivadeneira.
Para Aguinsaca, en Ecuador sí se desarrolla bastante bien la robótica. “Solo falta iniciativa de parte de los alumnos, docentes y de las empresas privadas y públicas”, asegura el joven innovador, quien recuerda que desde niño le gustaba desarmar celulares.