$ 57 millones ya fueron invertidos en hospitales

Luego de que el presidente de la República, Rafael Correa, constató falencias en el sistema de salud a inicios de este año,  declaró en estado de emergencia el sector por 60 días y asignó $ 406 millones para enfrentarla.

El citado monto, adicional al presupuesto anual ($ 1200 millones), se destinó para atender a 8 hospitales del país:   Eugenio Espejo y el Baca Ortiz (Quito); Francisco de  Ycaza Bustamante y  Abel Gilbert Pontón (Guayaquil); Verdi Cevallos (Portoviejo); Delfina Torres (Esmeraldas); Alfredo Noboa Montengro (Guaranda)  y  José María Velasco Ibarra (Napo).

Hasta los primeros  60 días se invirtieron $ 57 millones en  las mencionadas casas de salud. “$ 34 millones  sirvieron para  comprar insumos y medicamentos, y contratar  un sistema informático, que servirá para  los procesos internos”, explicó el ministro de Salud, David Chiriboga.

Avances

La prioridad, durante la declaratoria, fue mejorar la atención en el área de emergencia de los hospitales.

Por ello, en  los nosocomios se ejecutó un sistema de triage, es decir, clasificar a los pacientes según su nivel de gravedad para remitirlos a las áreas correspondientes. “Uno de los principales logros obtenidos por el momento es la   reducción  del tiempo de espera de tres horas a 20 minutos”, afirmó Alexandra Rosero, directora del Hospital Baca Ortiz, centro en el que se invirtieron  $ 15 millones.

Los fondos se distribuyeron así:    $ 1 millón y medio en la compra de medicamentos; $ 3 millones en insumos; y $ 10 millones en mejoras de la   infraestructura. “La prioridad se concentró en la unidad de cuidados intensivos, quemados y farmacia”, detalló.

En el caso de Guayaquil,  en el Abel Gilbert Pontón se habilitó una nueva unidad de observación en el área de emergencia,  que cuenta con 30 camillas adicionales para mejorar el servicio de las 580 atenciones diarias que allí se realizan.

Luis Luna, de la 30 y Calicuchima, quien el fin de semana  asistió al Abel Gilbert por examen de la vista, manifestó que el trato a los pacientes mejoró.

“Lo que faltaba era un espacio para denunciar el mal servicio”, dijo Luna, refiriéndose a los stands que se colocaron  en el nosocomio.

“En el Ycaza Bustamante avanzamos en el cambio de tuberías y grifos”, afirmó Chiriboga.

En Manabí, el funcionario aseguró que hay mayor avance en la adquisición de medicinas genéricas.

Mientras que en el Hospital José María Velasco Ibarra, de Napo,  trabajan en la remodelación de distintas áreas de atención, y contrataron a seis médicos y enfermeras para al área de emergencia.

De igual manera, en Guaranda, en el  Alfredo Noboa Montenegro,  capacitan al personal y  trabajan en la reorganización interna, según el Ministerio de Salud Pública (MSP).

La modalidad  adoptada para cubrir las necesidades no implicó el desembolso directo de dinero, sino  la cobertura de requerimientos. “El Ministerio nos devolvió lo que ocupábamos y hubo mayor eficiencia”, opinó Rosero.

Milton Chango, asesor de gerencia del hospital Eugenio Espejo, aseguró que se mejoraron los quirófanos y aumentó el recurso humano.

Temas pendientes

Pacientes del Eugenio Espejo  reclaman que pese a  la  calidad en la atención hay  falencias en las farmacias y en los servicios de exámenes de laboratorios.

“Me dieron una receta para mi papá, que está en terapia intensiva, pero no las he podido conseguir por desabastecimiento, por eso me toca comprar en las farmacias de afuera”, se quejó Marco Ávalos, familiar de un paciente de esa casa de salud.

En respuesta a esas quejas,  Chiriboga anunció que en los próximos días  los hospitales estarán dotados  de medicinas, ya  que recientemente las  compraron. “Nuestra meta es que ningún paciente tenga que comprar medicinas”.

También, afirmó,  están listos los porcentajes e incrementos de los salarios de los trabajadores, los bonos geográficos y gratificaciones por eficiencia.

Los médicos tendrán un incremento  del 70% del salario;   las enfermeras, entre  30% y 35%.
En cuanto a infraestrutura, se prevé habilitar áreas de hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para atender a cualquier paciente.

Finalmente,  está en proceso la declaratoria de utilidad pública de algunas edificaciones que serán adecuadas.

Más centros intervenidos

Los hospitales Pablo Arturo Suárez (Quito),  Tena (Tena); Teófilo Dávila (Machala) y Gustavo Domínguez (Santo Domingo de los Tsáchilas) se  sumaron en los últimos días a los centros que el MSP  atenderá prioritariamente, luego de que el Primer Mandatario aprobó la extensión del estado de emergencia por 30 días más.

Chiriboga dijo que constató en esas casas de salud graves fallas administrativas y de cobertura de la  demanda de atención. “Tener a neonatos en cajas de cartón dentro de un hospital  es una barbaridad”, criticó en referencia a lo ocurrido en Santo Domingo, donde el nosocomio no alcanzó a cubrir la demanda  de la zona.

Allí se iniciarán trabajos de mejoras básicas en la infraestructura  en el área neonatal, ampliación de la edificación,  capacitación y contratación del personal.  “Cuando hay muchos niños y poco personal de atención existen mayores posibilidades de desarrollo de procesos infecciosos”, agregó el ministro del ramo, quien adelantó que habrá revisión de insumos  disponibles en las salas de neonatología del país para  abastecerlos.

En Santo Domingo se comprará la clínica privada Santiago para enviar a ese lugar a  los niños que no pueden ser atendidos.

Mientras que en el  Pablo Arturo Suárez  están en situación crítica las zonas  de máquinas, sala de espera, instalaciones internas y sistema hidrosanitario, las cuales evidencian una antigüedad de más de 50 años, de acuerdo con el director Andrés Corral.

Para él  es urgente intervenir en el incremento de recurso humano, ya que el que tienen es insuficiente para despachar   más de 500 consultas  diarias. “Como somos un hospital de referencia tenemos pacientes hasta de Mindo, por lo que no es suficiente el personal”.

La farmacia del Arturo Suárez padece constantemente desabastecimiento de medicinas de uso común como  analgésicos, antiinflamatorios e insumos de cirugía.

Ana Guamán, paciente de traumatología,  se quejó del área administrativa.  “Madrugamos para tomar turno, pero  las enfermeras  esconden las carpetas para dar preferencia a otros pacientes”, protestó cuando esperaba que le asignaran fecha para una operación de su hombro.

Chiriboga concluyó que en el hospital de Machala se retomarán los trabajos inconclusos en el área  de quirófanos.