50.000 personas con discapacidad dejaron la pobreza, según un estudio de la Setedis
Una alfombra roja se colocó esta mañana en el ingreso principal al salón Mejía Lequerica de la Asamblea Nacional, en Quito. Sobre él, no caminaron altas autoridades, sino más bien, personas con discapacidad, entre ellos Bay
ardo Ramírez, un microemprendedor, que llegó al lugar en su silla de ruedas. Ramírez, quien comercializa dulce de higos, es uno de los 845 proyectos emprendedores que la Secretaria Técnica para la Gestión Inclusiva de en Discapacidades (Setedis) apoyo. Según Daniela Navas, coordinadora de servicios inclusivos, la institución invirtió $4 millones en créditos.
Álex Caamacho, secretario de la Setedis, dijo que las personas con discapacidad han demostrado su responsabilidad, "pagando a tiempo sus créditos y hay cero coactivas".
La Setedis presentó esta mañana un estudio sobre la calidad de vida y uso del tiempo de personas con discapacidad. La encuesta se aplicó a 5.876 personas.
Caamacho señaló que en 8 años, 50.000 personas con discapacidad dejaron la pobreza, puesto que en 2006, los índices de pobreza eran de 42,1%, mientras que en 2015 fue de 28,2%.
Caamacho destacó el logro por los créditos productivos.
Alado de Ramírez, quien comercializó hoy sus higos en la Asamblea, estuvo Martha Yaguapaz, quien confecciona ropa deportiva, camisas y vestidos. Ella tiene un hijo que quedó atado a una silla de ruedas desde hace 4 años atrás cuando fue víctima de un asalto en Santo Domingo de los Tsáchilas, en donde le afectaron la médula.
A raíz del accidente de su hijo, Yaguapaz dejó de trabajar para atender a su hijo, sin embargo el año pasado retomó su negocio de confección de prendas, mediante un crédito de $9.300 que recibió de la Setedis. "Pago cuotas de $240. El interés es muy bajo y me permite seguir adelante, estoy muy agradecida, es una ayuda muy buena que nos da el gobierno", precisó.
Caamacho resaltó que los índices de pobreza extrema, también, se redujeron. Indicó que 18.000 personas dejaron la extrema pobreza. En esta línea la tasa de reducción pasó de 13,8% en 2006 a 5,8% en 2014.
Sin embargo, estos no fueron las únicos índices que arrojo el estudio, porque se evidenció que 60% de personas con discapacidad que son jefes de hogar estudiaron educación básica, mientras que a nivel general un 65% de personas tiene formación en educación básica y solo un 7% tuvo universidad.
Pese a ello, hubo incremento en la inclusión educativa, puesto que en 2009 solo 13.447 personas con discapacidad estudiaban. En este año, 72.197 lo hacen. Estos avances permitieron que en 2015, 80.381 personas con discapacidad trabajen. En 2009, solo lo hacían 15.179.
A pesar de estos logros, Caamacho destacó que los índices en educación sexual y reproductiva son un saldo en contra y por ello se fortalecerán estos procesos. Los índices evidenciaron que un 50% de mujeres con discapacidad fue madre a los 16 años, además que un 43% no recibió información sobre salud sexual y reproductiva. Caamacho manifestó que esto podría evidenciar un problema de "violencia sexual". En la línea de prevención de este problema trabajarán con ministerios como el de Salud e Inclusión, Económica y Social (MIES). (I)