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5 tortugas gigantes volvieron a su hábitat 51 años después
El cautiverio llegó a su fin. 5 tortugas gigante macho fueron reinsertadas en el sector de Cerro Gallina, en el oeste de la isla Santa Cruz, Galápagos.
Estudios genéticos realizados durante la última década permitieron conocer el origen de estos especímenes para que la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), del Ministerio del Ambiente (MAE), junto a Galápagos Conservancy organice el operativo de reinserción a su área natural de vida.
La actividad que forma parte de los programas de Restauración de Tortugas Gigantes, se efectuó luego de que los reptiles permanecieran 51 años en el Centro de Crianza de tortugas gigantes 'Fausto Llerena'. Al no cococerse la especie a la que pertenecían, esas tortugas no cumplían con los objetivos de reproducción de ese Centro, por ello no pudieron ser liberadas antes.
Washington Tapia, asesor científico de la DPNG, explicó que las tortugas llegaron al Centro de Crianza en 1965, época en que la que estos animales eran criados como mascotas.
Estas tortugas contribuyeron de forma significativa en la implementación y mejora del manejo de tortugas terrestres en cautiverio, “su legado puede verse ahora en más de 1.200 tortugas que permanecen en el Centro de Crianza a la espera de ser repatriadas a sus islas de origen”, indicó Tapia.
A través de un comunicado, Walter Bustos, director del Parque Nacional Galápagos, dijo que los centros de crianza son la mejor herramienta para recuperar las poblaciones de tortugas gigantes que estuvieron al borde de la extinción. "Las tortugas que regresaron a su hábitat cumplirán con su papel fundamental como ingenieras del ecosistema y contribuirán a la restauración del entorno".
El guardaparque Feddy Villalba, responsable del Centro de Crianza, precisó que en este grupo fueron trasladadas las tortugas número 22, 27, 33, 56 y 58 de la especie Chelonoidis porteri, todos machos adultos que estaban distribuidos en dos corrales diferentes. Antes de la reinserción a su hábitat, los guardaparques y científicos registraron sus datos y estado de salud. Las edades de estos individuos oscilan entre los 70 y más de 100 años. (I)