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200.000 padres forman brigadas de seguridad
Al mediodía, en la Unidad Educativa Vicente Rocafuerte suena la alarma del receso. Los estudiantes dejan las aulas, corren al patio y se desplazan inmediatamente por las diferentes áreas del colegio.
El camino que toman los 10.000 alumnos, de las dos jornadas, es vigilado por las madres de familia. Esto ocurre cuando ingresan y salen del plantel.
Hace dos años Maritza Poveda y Leyla Arboleda cumplen con esta tarea, que realizan de forma voluntaria. Ellas se distribuyen entre los diferentes puntos del colegio.
Ellas lucen camiseta celeste con la insignia ‘Brigadas VR’ y un jean, atuendos que las distinguen del resto del personal. En el establecimiento colaboran 22 representantes de los adolescentes que a diario se turnan para cumplir con el compromiso.
Pablo Ormaza, director nacional de democracia y buen vivir del Ministerio de Educación, aseguró que en el territorio nacional se inscribieron 39.000 brigadas y 200.000 padres de familia. “Ellos son parte, de manera voluntaria, del proceso de acompañamiento que se ejecuta en 1.218 planteles del país”.
Él explicó que desde 2016 en el Ministerio de Educación (MinEduc) se implementó la estrategia Misión Cero drogas.
El proyecto está vigente en el régimen Costa, Sierra y Amazonía. “El objetivo de las brigadas es la detección. Los miembros se organizan mediante un cronograma. Si ellos detectan alguna irregularidad la reportan al Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) o a las autoridades”.
Juana Banchón es integrante de las brigadas luego de que su hijo cayó en el consumo de drogas. “Él ahora está libre de esa basura, pero por eso acudo todos los días. Ingreso con él y salgo del mismo modo”.
La psicóloga Sally Tinizaray, quien es miembro del DECE de un plantel del suburbio, recordó que las brigadas identificaron a dos vendedores de droga (pequeños paquetes) y reportaron la situación a la Policía. Este año convocaron a los padres para conformar el grupo.
Sin embargo, las drogas no es lo único que se ha detectado. Poveda contó que reportaron el caso de una adolescente con intenciones de fugarse. “Ella me dijo que contaba con el apoyo de sus padres. Me gané una hija”. Cuando ven alumnos sospechosos los siguen y notifican. (I)