Las 5 torres del nuevo Hospital Quito Sur del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) están totalmente equipadas y con 1.800 profesionales (80% galenos) para brindar atención en 36 especialidades desde el 5 de diciembre cuando inicie sus funciones.

Los galenos que laborarán en este espacio visitaron ayer las nuevas instalaciones y se mostraron impresionados con la infraestructura.

“Solo en hospitales de Norteamérica vi algo parecido, pero no tan acogedor como se muestra en este nuevo hospital”, comentó el cardiólogo Andrés Rosales, quien regresa a trabajar en el IESS, tras prestar sus servicios hace 20 años.

El cirujano plástico Daniel Astudillo retornó desde Chile, donde realizó su especialización los últimos 2 años.

“Es una edificación hermosa en la que pondremos todo de nosotros para atender con calidad y calidez a  cada uno de los pacientes”.

Todo el personal recibirá capacitación para el manejo de los nuevos equipos durante 3 semanas. Las jornadas empezaron ayer y se las divide de acuerdo con el área médica.

La construcción de esta moderna infraestructura demoró 12 meses y dio empleo directo a 1.500 obreros.

El moderno nosocomio posee 450 camas y 20 quirófanos para atender especialidades como oncología, cardiología, neonatología, entre otras. Cuenta con 5 salas de labor de parto, un área para cuidados intensivos con capacidad para 46 puestos: 10 pediátricos, 18 neonatos e igual número para adultos.

“Nuestro compromiso es que el 5 de diciembre estén en funcionamiento el 100% de los servicios y totalmente operativos con la esterilización de los quirófanos y el abastecimiento total de medicinas”, dijo Richard Espinosa, presidente del directorio del IESS.

La edificación, incluido el equipamiento y mantenimiento por 5 años, tuvo un costo de $ 200 millones e incluye una zona de parqueos para 1.200 vehículos.

La atención médica en este hospital será de domingo a domingo.

El directivo anticipó que con su apertura  -de más de 83.000 m2- se descongestionará la atención de otros sanatorios de la provincia de Pichincha, sobre todo del Carlos Andrade Marín (HCAM), que pasará a ser un centro especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas.

Espinosa indicó que hasta hace 2 años, el IESS destinaba alrededor de $ 860 millones a clínicas privadas que atendían a los afiliados.

“Con esta infraestructura, más la que se ha levantado a nivel nacional ese monto probablemente baje a      $ 200 millones. Esto representa mayor ahorro para la institución”.

El funcionario recalcó que la obra física no es suficiente sin el conocimiento del profesional médico y su buen trato al paciente.

Anticipó que se revisarán los contratos que tienen algunos galenos para entregarles nombramientos provisionales y definitivos.

“Sabemos que la estabilidad es clave para cada uno por lo que habrá programa de capacitación y evaluación permanente, así como una remuneración variable por eficiencia en casos especiales de que deba operarse un fin de semana”. (I).