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Ecuador, 24 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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159 tortugas nacieron en la isla Isabela

El proceso de incubación consiste en colocar los huevos en la misma posición que fueron encontrados, dentro de cajas con temperatura controlada. Foto: Cortesía Parque Nacional Galápagos
El proceso de incubación consiste en colocar los huevos en la misma posición que fueron encontrados, dentro de cajas con temperatura controlada. Foto: Cortesía Parque Nacional Galápagos

En el centro de crianza de tortugas gigantes “Arnaldo Tupiza”, perteneciente a la Dirección del Parque Nacional Galápagos, en Isabela, eclosionaron 159 tortugas, del período de anidación del año pasado, de las especies Chelonoidis guntheri del volcán Cerro Azul, y Chelonoidis vicina, del volcán Sierra Negra.

Entre mayo y septiembre de 2014, guardaparques de Isla Isabela diariamente recorrieron los corrales del centro de crianza de tortugas gigantes y recogieron huevos de 27 nidos identificados. A cada huevo se le coloca un número, la información del nido en el que fue encontrado y el número de la hembra que anidó. Posteriormente son trasladados hasta el área de incubación para iniciar el proceso.

El proceso de incubación consiste en colocar los huevos en la misma posición que fueron encontrados, dentro de cajas con temperatura controlada. El 70% de los huevos recolectados son colocados a 29.5 grados de temperatura, que favorece la obtención de hembras; y el otro 30% a 28 grados para machos. En estas cajas los huevos permanecen hasta 120 días, bajo la mirada atenta de los guardaparques responsables del centro, que vigilan la evolución del proceso.

Una vez fuera del cascarón, las pequeñas tortugas son colocadas en una caja oscura, en donde pasarán otros 30 días, hasta que la célula del huevo (yema) sea absorbida completamente. Este proceso simula la caverna subterránea elaborada por la madre en la que deposita los huevos en estado natural.

Posteriormente, las tortugas son retiradas de la caja oscura y pasan a los corrales de protección. En este espacio, son permanentemente vigiladas con los cuidados necesarios para su normal desarrollo. Son periódicamente medidas y pesadas, datos que son registrados en el historial de vida de cada tortuga para una evaluación de su evolución.

En el centro de crianza las tortugas pasan aproximadamente seis años, cuando son lo suficientemente resistentes son devueltas a su hábitat natural por lo que en su período de cautiverio, los guardaparques procuran brindarle condiciones similares a las que encontrarán en la vida silvestre, en la que varios meses habrá escases de agua y alimento.

Actualmente, el Centro de Crianza de Tortugas Gigantes “Arnaldo Tupiza” alberga 1 066 tortugas, las que serán repatriadas a sus sitios de origen cuando estén aptas para su supervivencia.

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