1.440 personas esperan la donación de un riñón
Dice un viejo refrán que todos necesitan de alguien para vivir, y en algunos casos unos más que otros, en realidad necesitan un pedacito de esa otra persona que los ayude a seguir.
Diariamente Claudia (nombre ficticio) de 29 años camina por los pasillos del hospital en el que trabaja, es licenciada en laboratorio e histo-patología, lleva una vida tranquila y normal como cualquier joven de su edad, sin embargo nadie sabe la dura lucha que Claudia ha pasado desde pequeña.
Sus complicaciones comenzaron a los 9 años de edad, cuando presentó debilidad en su salud, con varios diagnósticos no acertados, Claudia siguió con su vida; sin embargo, 10 años después -a los 19- su salud empeoró, fuertes dolores de cabeza y anemia la debilitaron.
Su hermano mayor William, quien es médico, se encargó de confirmar el diagnóstico de insuficiencia renal crónica, ahí comenzó la batalla. Cuatro años religiosamente Claudia asistió tres veces a la semana durante cuatro horas diarias para permanecer en el hospital donde le realizaban el tratamiento de diálisis.
No obstante, la cura se encontraba más cerca de lo que pensaba, su hermano William resultó ser compatible al 100% en el examen de histo-compatibilidad, después de un año, Claudia recibió uno de los riñones compatible con más del 100% más que nada de amor.
Así como Claudia, en el Ecuador 1.440 personas se encuentran a la espera de un trasplante de riñón, cuatro personas aguardan un hígado, y 60 más han sido evaluados para lo mismo, mientras que 800 personas esperan un trasplante de córneas y 17 niños aguardan por un trasplante pediátrico de riñón. Estas cifras revelan además la falta de una conciencia en la colectividad para ser donadores.
Uno de estos casos es el de Alberto Baldeón, de 58 años, su piel y sus profundos ojos amarillos hacen visible la enfermedad, él padece de cirrosis biliar hepática primaria auto inmune desde hace 7 años.
Alberto no sabe cuánto tiempo esperará, pero lo hace con ganas, por medio del Ministerio de Salud y a través del Organismo de Trasplante de Órganos y Tejidos, recibe atención médica que lo ayuda a mantenerse dentro de su condición, a levantarse cada día, y seguir con su vida, mientras tenga una esperanza él seguirá luchando.
En un día soleado de la capital, sentado y un tanto nervioso está Mario Celi, de 22 años, ahora camina seguro bajo cualquier condición climática, en el día o la noche, durante muchos años su escasa visión le proporcionaba únicamente sombras de todo lo que se encontraba a su alrededor, en compañía de su tío Luis Rodríguez, de mirada calma, sin embargo algunas lágrimas luchan por no salir de sus ojos, y con la voz quebrada sus palabras escasean al intentar explicar el milagro de ver nuevamente brillo en la mirada de su sobrino a quien considera un hijo.
Hace unos meses el trasplante de córnea que recibió Mario no funcionó como se esperaba y su cuerpo lo rechazó, a un paso de que su vida se suma en la oscuridad completa, otra córnea llegó para Mario y hace solo un mes recibió su segundo trasplante. Las córneas y el riñón precisamente son el tejido y el órgano de más demanda en el Ecuador.
Claudia es la cuarta de cinco hermanos y el trasplante sin duda alguna la acercó más a su hermano, ahora comparten más que la sangre, la vida misma. Por esto, diariamente desde hace 8 años, Claudia debe tomar las medidas necesarias para cuidar de la mejor manera aquel pedacito de su hermano que le dio una segunda oportunidad.
Claudia toma más de 254 pastillas al mes, esta medicación se llama inmuno depresores y su trabajo es bloquear la capacidad del sistema inmunológico de reaccionar frente algún cuerpo extraño en su sistema, ya que si este se activa, su cuerpo podría rechazar el órgano trasplantado. Esta es la razón por las que las personas que han recibido algún tipo de trasplante son propensas a cualquier tipo de infección.
El trasplante se realiza con una compatibilidad del 50%, pero en situaciones de gravedad donde la vida del paciente depende del trasplante se lo realiza con menos porcentaje.
Según la Dra. Diana Almeida Ubidia, directora ejecutiva del Organismo Nacional de Trasplantes y Tejidos (Ontot), no todas las personas son susceptibles de recibir un trasplante, algunas debido al tratamiento de diálisis sufren infecciones en la vejiga y vías urinarias, esto provoca que el paciente no posea una cavidad adecuada para albergar un nuevo órgano.
En el Ecuador, como en todos los países, existe una lista de espera a nivel nacional en la que se clasifican los órganos, por tejido y por tipo de sangre de acuerdo al órgano, esto permite una visión más amplia y la seguridad de que cada órgano que se reciba de un donante irá a la mejor receptora posible. En el año 2010 en el Ecuador el índice de donantes fue de 2,5 efectivos por cada millón de habitantes, por lo tanto se realizaron 362 trasplantes, 79 fueron de riñón, 21 de médula, 243 de córnea y 1 de corazón.
Otro de los afortunados que encontró una segunda oportunidad, con solo 12 años, fue William Zambrano Calderón con poca edad atravesó, junto con su padre don Arnulfo Zambrano, largos días y noches de angustiante espera, contemplo el duro proceso de su decaimiento físico y emocional.
Este año y de manera urgente el pequeño recibió un hígado, esta operación debido a la delicadeza de la técnica es la segunda en el Ecuador en este año. “Dar vida está en tus manos”.