La bicicleta se convirtió en los últimos años en un medio de transporte económico y rápido en Quito. La creación de ciclorrutas favoreció que más personas se movilicen de esta forma, tanto en sus momentos de ocio como en la realización de actividades diarias.

Pedro Terán tiene 48 años y es mensajero de una empresa privada. A diario realiza unos 4 recorridos para dejar la correspondencia o para realizar trámites de su trabajo y todos estos recorridos los hace en bicicleta.

“En mi empresa no me reconocen los pasajes de buses, hace tiempo me dijeron que me comprara una motocicleta, pero con el tráfico de Quito no me serviría de mucho que tuviera una, igual no podría hacer rápido las entregas o moverme por la ciudad. En cambio, con la ‘bici’ acorto los tiempos considerablemente y además hago deporte”.

Así Terán invirtió un dinero que tenía ahorrado y se compró un ‘caballito de acero’ para poder realizar su trabajo, lo que le significa un ahorro de $ 3 diarios, aproximadamente, sin sumar su buen estado de salud debido a la actividad física que realiza, lo que también redujo sus visitas al médico por dolencias físicas.

Quito en la actualidad tiene 115 kilómetros de ciclorrutas entre utilitarias (en calles) y de recreación (en parques y áreas naturales).

Estas conexiones que existen en la ciudad para movilizarse en ‘bici’ beneficiaron a Kevin Ramírez. Ramírez tiene 17 años. Se considera un amante de la bicicleta y la practica desde que tiene 5 años. Ahora la utiliza para ir desde el sector de Cotocollao, norte de Quito, hasta el barrio de las 5 Esquinas, al sur. Este viaje le representa una hora, pero también significa un ahorro de 30 minutos, si es que hiciera el mismo viaje en bus.

“Voy al sur unas 3 veces a la semana, pero ese viaje es mínimo una hora en bus, en caso de que no haya  tráfico. En la ‘bici’ me hago máximo 60 minutos, pero me ejercito y conozco sitios y lugares de la ciudad que ni te imaginas”, dijo.

El adolescente afirma que si bien el ahorro de tiempo es importante, utilizar este medio de transporte le permite tener un buen estado de salud: “te ejercitas, es un deporte agotador, conforme le coges el ritmo, ya ni sientes cansancio”.

Amanda Sotomayor está jubilada y desde que dejó de trabajar se redujo su práctica de alguna actividad física, por ello tras una visita al médico este le recomendó que hiciera ejercicios. Para ello, la mejor elección fue la bicicleta. “Mi salud en los tres últimos meses mejoró, dejé de ir al médico, es una distracción sana y que me beneficia porque me ejercito”, dijo.

Sotomayor sostuvo que realizó una inversión de $ 300 para comprarse una bicicleta, pero desde ese día sus gastos en consultas médicas y en medicinas se redujeron considerablemente.

Según un estudio realizado por la organización Biciacción, en la avenida Amazonas, entre Carrión y Veintimilla, en un día con clima promedio entre semana se realizan un total de 1.697 viajes en bicicleta propia y del sistema BiciQ; es decir un promedio de 142 viajes por hora en los dos sentidos. Así el uso de BiciQ y de bicicleta propia representa el 37% y el 63% respectivamente.  

También existen otras personas que utilizan las ciclovías para distribuir o comerciar productos comestibles y no comestibles al por menor. Durante el conteo se registraron 3 triciclos con productos.   

En cambio los ciclopaseos que se realizan todos los domingos tienen más de 60 mil usuarios cada fin de semana en un recorrido de más de 24 km, desde el sector del Parque de los Recuerdos, norte de Quito, hasta Quitumbe, al sur de la urbe.

Otro mecanismo que se utilizó para masificar este medio de transporte fue el programa municipal BiciQ desde 2012. En la actualidad supera los 24 mil usuarios. Esto significa que el uso de la bicicleta pública creció en más del 100%, pues hasta noviembre de 2013 había 9 mil usuarios. Desde septiembre de 2013, el Municipio declaró gratuito el servicio de la bicicleta pública o BiciQ.

En la actualidad existen 25 estaciones de este servicio. Se estima que se realizan 2.372 viajes diarios, en el marco de un recorrido de 9 km. El tiempo promedio de viaje de estación a estación es de 15 a 20 minutos.

Omar Cevallos trabaja en una oficina por el sector del parque de La Carolina. De lunes a viernes utiliza el servicio de BiciQ, tanto en la mañana como en la tarde. Su rutina consiste en tomar un bus desde el sur de la ciudad, lugar donde vive y utilizar las bicicletas públicas para llegar hasta su trabajo. “A las 07:30 es difícil conseguir ‘bicis’, en los últimos meses la demanda creció y en algunos casos toca esperar algún tiempo para coger una”, afirmó.

Para Cevallos es bueno que más gente se sume a esta opción de movilización, “si más personas usaran la ‘bici’ seguro habría menos tráfico”. En el mismo estudio de Biciacción se estima que con los 1.697 viajes se lograría disminuir al año la emisión de 45.295 Kg de CO2 y se ahorraría a la ciudad $ 962.809,92 en costos de salud, operación vehicular, contaminación e infraestructura.