10.000 millones de árboles desaparecen anualmente
En el país hay 7.650 millones de árboles, los cuales están distribuidos en 12,7 millones de hectáreas de bosque. Esto representa 468 especies por habitantes.
Las provincias de la región amazónica, según el Ministerio del Ambiente (MAE), son las que cuentan con mayor cantidad de áreas naturales y bosques: cubren el 74% de la superficie total; mientras que un 15% corresponde a los territorios de Guayas, Manabí y Esmeraldas.
En Ecuador, entre 2008-2014, se perdieron 47.000 ha de bosque y manglares, porque dichas áreas se dedicaron a fines agropecuarios.
“Hemos logrado reducir la deforestación en 49%, si tomamos como referencia las últimas dos décadas en las que se perdieron 92.742 hectáreas por año”, precisó el MAE.
Sin embargo, a nivel mundial se pierden anualmente por tala, incendio y prácticas de agricultura alrededor de 10.000 millones.
“A este ritmo de deforestación, los árboles se extinguirán en 300 años”, reza la investigación publicada en la revista Nature.
La investigación internacional muestra que en la actualidad hay 3 billones de árboles en el planeta. Las imágenes satelitales mostraban que anteriormente solo existían 400.000 árboles; sin embargo al realizar estudios sobre el terreno se constató que la realidad era otra.
En 2013, estudios basados en recuentos directos confirmaron que solo en el Amazonas hay casi 400.000 millones de árboles.
Según la investigación, hay una enorme desigualdad: Bolivia presenta 5.000 árboles por persona e Israel, dos por habitante.
“Gran parte del contraste se debe a factores naturales: el clima, la topografía o las características del suelo, pero también al efecto de la civilización (urbanización). Cuanto más aumenta la población humana, disminuye la cuenta de árboles”.
De acuerdo al informe, la mayor extensión de bosques está en los trópicos, con el 43% de todos los árboles del planeta. Los bosques del norte representan el 24% del total de ejemplares y el 22% está en zonas templadas.
La mayor afectación está en Europa, donde antes de la civilización existía un gran bosque que paulatinamente se extinguió.
“La presión humana debido al desarrollo agrícola, industrial y urbano convirtieron a esta región en una de las más deforestadas en todo el mundo”, recalca Nature.
El análisis detalla que -cada año- las actividades humanas acaban con 15.000 millones de ejemplares. La pérdida neta, compensando con la aparición de nuevos árboles y la reforestación, es de 10.000 millones de ejemplares. “El número de árboles del planeta se ha reducido en un 46%, casi la mitad de lo que hubo”.
El MAE desde 2013 impulsa la siembra masiva de plantas en diferentes lugares. En 2015, a través del programa ‘Siembratón’, cultivó 765.000 arbustos de especies nativas en 2.300 ha. Además se cubrieron 765 hectáreas para cuidar el ecosistema marino costero manglar.
La importancia de los árboles
El conjunto de bosques tropicales, templados y boreales es el hábitat de animales y microorganismos, es decir, es un depósito de diversidad biológica terrestre.
“Liberan vapor de agua que refresca el aire y lo humedece; y fijan el anhídrido carbónico (CO2) atmosférico y lo transforman en oxígeno”, explica Carlos Torres, ingeniero ambiental.
El experto detalla que mitigan los efectos del cambio climático, ya que, por medio de la evaporación, devuelven agua a la atmósfera. También retienen el líquido de lluvias, permiten que se filtre a los acuíferos y evitan inundaciones. Son pequeños ecosistemas donde viven animales e insectos que interactúan entre ellos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) recalca que la pérdida de diversidad forestal resta la posibilidad de obtener medicinas, alimentos, materias primas y empleo, es decir, bienestar.
“Los bosques representan más del 10% del PIB en muchos de los países más pobres. Se estima que el sector forestal da empleo formal a 10 millones de personas y empleo informal a 50 millones en los países en desarrollo”. (I).
Paulownia es el árbol chino más rentable
Paulownia, árbol de origen chino, es el más rentable del mundo (a los cinco años de haber sido sembrado).
La especie mide de 25 a 30 metros, su madera es semipreciosa y con múltiples aplicaciones.
Todas sus partes son útiles, sus hojas producen oxígeno para el planeta y crece al nivel del mar y en zonas de hasta 2.850 metros de altura.
Los inversionistas y campesinos colombianos encuentran en la Paulownia un excelente aliado, tanto en términos financieros como ambientales: las raíces, que llegan a una profundidad de 9 metros, recuperan suelos, son ideales para la reforestación, combaten la erosión y generan nitrógeno.
La firma Agropaucol asesora al campesino y al inversionista en la forma de preparar el terreno y diseñar el sistema de riego.
“Para que sea productivo aconsejamos sembrar, mínimo, una hectárea. Si se hace correctamente el riego y se prestan los cuidados requeridos, la siembra de una ha puede costar $ 7.000. Después de cinco años, la madera se puede vender en $ 45.000”.
La planta, al año de ser sembrada, produce biomasa para aglomerados y pulpa de papel. Asimismo, después de un año y medio se pueden sacar estacones para cercas; a los dos florece y es muy útil en la producción de miel de abejas y jalea real. Después del florecimiento, el árbol se vuelve muy atractivo para el paisaje, puede ser ornamental. (I)