La elaboración de informes de gestión de los tres años de trabajo, de los activos fijos que utilizaron durante ese tiempo y de las actividades realizadas hasta ayer fueron parte de las tareas que realizó la Comisión Interventora de la Universidad de Guayaquil en su último día de funciones. En la mañana, los miembros tenían pendiente aprobar las resoluciones tomadas por el Consejo  Universitario, pero los miembros de la comisión hicieron una pausa a sus actividades para participar en un desayuno con las autoridades y los docentes. En el encuentro, realizado en el auditorio de la facultad de Psicología, los miembros académicos del Consejo de Educación Superior (CES) expusieron los logros alcanzados y el trabajo efectuado. Lobelia Cisneros, integrante de la comisión, señaló que al principio no fue fácil entrar al alma mater, pues  había gente que creía que todo estaba bien y no sabía por qué estaba intervenida y en la categoría ‘D’. “La universidad tenía talentos, pero lastimosamente no la guía necesaria para estructurar procesos que permitan evidenciarlos”. En ese aspecto, el presidente de la comisión, Luis Carmenate, indicó que los resultados de las acciones tomadas se reflejan en el ascenso a la categoría ‘B’. Acciones pendientes Carmenate explicó que la universidad cuenta con un plan estratégico hasta 2020 y uno prospectivo hasta  2030. El primero consiste en alcanzar la categoría ‘A’ hasta ese año y el segundo en posicionar a la universidad con los cambios en la academia. Para lograrlo -detalló- que se debe cumplir con las normas establecidas en el país para la gestión universitaria y alcanzar la sostenibilidad de los procesos de gestión en investigación, academia y administración. “Mantener esas líneas permitirá que continúe con el ascenso”. Por su lado, Cisneros comentó que los profesores deben cumplir con su plan de clases y generar espacios de apoyo para eliminar la deserción de los estudiantes. El enfoque más importante -acotó- será la investigación y el desarrollo de nuevos proyectos. “Hemos avanzado con planes, definición de políticas, estándares, normativas, lineamientos y presupuestos. Lo que necesitamos ahora es que tengamos más profesores comprometidos y escribiendo, más estudiantes vinculándose a la investigación y eso significará una producción amplia en publicaciones”. Señaló que el reto de las nuevas autoridades es transformar la cultura social de la universidad y sumarla a un compromiso de enseñanza, aprendizaje e investigación. La infraestructura Cisneros indicó que se debe mejorar la infraestructura física y tecnológica de la institución, con el objetivo de generar investigación dura. También pensar en el desarrollo de investigadores para doctorados y continuar con los concursos de mérito para los becados que retornan. De su lado, el rector electo, Galo Salcedo, adelantó que continuará con el modelo establecido durante los últimos años. “Si es necesario hacer reajustes, se los harán para perfeccionar el modelo y llegar a la categoría ‘A’”. Dentro de los planes para alcanzar el primer lugar en la categorización de universidades, Salcedo mencionó que trabajará en la creación de un programa de posgrados. La idea es que los posgrados tengan precios accesibles para profesionales con limitados recursos económicos. Para hoy está prevista la posesión de Salcedo como máxima autoridad  y adelantó que entre las primeras acciones está organizar los vicerrectorados y racionalizar el recurso económico del centro. Hasta el cierre de esta edición, a las 16:00 de ayer, no se realizaba el evento de despedida de la comisión. En la noche estaba prevista la firma de un convenio con la universidad portuguesa de Minho. De esa manera, los docentes podrán seguir doctorados. (I) Datos Unas de las causales de intervención de la Universidad de Guayaquil fueron los cobros indebidos a estudiantes, tercerización de servicios educativos y nepotismo. En el año de la intervención (2013) seis docentes tenían títulos de Ph.D. Este año la cifra aumentó a 84, mientras que de 70 profesores a tiempo completo pasó a 1.598 y 1.359 a medio tiempo. Entre 2014 y 2015 hubo 49 becas a docentes para estudios con Ph.D y 20 para maestrías. Este año se becó a 13 profesores para doctorados y una para maestría. La inversión total llegó a $ 1’801.711. En los últimos años la universidad reportó 688 publicaciones y 47 artículos científicos originales en Scopus. También publicó 42 libros y este año realizó 18 consejos científicos.