Lifi, la red inalámbrica del futuro
El uso de la luz para transmitir datos no es una tecnología nueva ¿Recuerda los teléfonos móviles en los que se podían compartir fotos, canciones y videos a través de una conexión infrarroja? Pues lifi (abreviatura de light fidelity) plantea justamente una evolución de la tecnología óptica de transferencia de datos y una nueva forma de conectarse con el entorno.
El término fue acuñado en 2011 por el profesor alemán Harald Haas, pionero en el desarrollo de esta tecnología, quien presentó su idea durante una charla tecnológica y que explicó las bondades de este estándar, en comparación con las actuales redes wifi.
¿Qué es el lifi y cómo funciona?
La tecnología lifi utiliza los haces de luz visible producido por bombillas LED para conectarse. Para lograrlo, se utilizan dispositivos moduladores, que generan millones de pulsaciones de luz por segundo -las cuales son tan rápidas que son imperceptibles para el ojo humano- que luego son recibidas por fotodiodos, que se encargan de interpretarlas y convertirlas en información.
En las primeras pruebas en entornos reales, la tecnología lifi ha logrado tasas de transferencia de 1 gbps, esto es unas 100 veces más rápido que el promedio conseguido sobre una red wifi. En pruebas de laboratorio, lifi ha logrado velocidades de 224 gbps.
Entre los beneficios del lifi están los reducidos costos para su implementación, pues solo se necesita de un modulador, un decodificador y una bombilla LED, mientras que las tecnologías móviles y wifi requieren de costosas infraestructuras y equipos como antenas, routers y repetidoras de señal para cubrir áreas amplias.
Además, las conexiones lifi tendrían un mayor nivel de seguridad, pues mientras las redes wifi pueden ser interceptadas desde cualquier lugar al que llegue la señal, la comunicación por luz requiere que el equipo esté presente en el mismo espacio físico para conectarse a otro dispositivo. Una de las principales desventajas de la actual tecnología wifi es su alto costo energético en dispositivos móviles, con sus respectivos problemas térmicos. El lifi promete un ahorro de energía de hasta 95%, manteniendo tasas de transferencias iguales o superiores. Sin embargo, esta tecnología también presenta sus retos, entre estos, la necesidad de una línea de visión directa entre la fuente de luz y el dispositivo para lograr una conexión estable, obstáculo que debe ser superado si espera ser utilizada en dispositivos móviles como teléfonos y tablets, los cuales necesitan mantenerse conectados aún cuando estén en la oscuridad del bolsillo.
Lifi ayudará a consolidar el internet de las cosas
Para la ingeniera en Sistemas Mariuxi Herrera, “con la llegada de esta tecnología, la interconectividad con los objetos del entorno tendrá un salto sustancial. En el hogar, por ejemplo, se podrá crear entornos inteligentes, donde el usuario esté conectado y tenga control de varios aspectos como iluminación, climatización, encendido y apagado de artefactos, apertura y cierre automático de puertas, entre otras bondades”. Asimismo, en el área automotriz, se espera lograr una red de comunicación entre los faros de los vehículos, los semáforos y las luminarias públicas, para crear una red de conducción inteligente que evite accidentes y embotellamientos.
Etapa de implementación y comercialización
Entre los gigantes tecnológicos que se muestran interesados en el lifi están Samsung, Apple y Huawei. Según el sitio especializado en productos de Apple, appleinsider.com, la empresa estadounidense viene realizando pruebas en su sistema operativo iOS desde la versión 9.1 (2015); Samsung y Huawei no han perdido tiempo en patentar soluciones tecnológicas basadas en este protocolo.
Se espera que a más tardar para el año 2019 se termine de perfeccionar el estándar, a partir del cual los fabricantes de dispositivos tecnológicos empezarán a trabajar en su integración y posterior comercialización a nivel doméstico. (I)