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El Telégrafo
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La jerga popular creció con las redes sociales

Especialmente entre los jóvenes está generalizado el uso y creación de nuevas expresiones, para facilitar y abreviar la comunicación por medios digitales.
Especialmente entre los jóvenes está generalizado el uso y creación de nuevas expresiones, para facilitar y abreviar la comunicación por medios digitales.
Foto: Alfredo Piedrahíta / SD
30 de abril de 2018 - 00:00 - Redacción Séptimo Día

Plata, guiso, cushqui, lana, guita, todas estás palabras tienen, al menos en Ecuador, un mismo significado: dinero.

Este es uno de los tantos ejemplos de cómo el vocabulario evoluciona y va añadiendo nuevos significados a las palabras que, con el paso del tiempo, se normalizan en la tradición oral.

Es que la jerga es el conjunto de palabras, frases y prácticas comunicacionales que, dependiendo el contexto cultural, geográfico e incluso profesional, toman nuevos significados.

Así, mientras en Quito decirle a alguien “eres una bestia” tiene una connotación positiva, es muy posible que referirse de esta forma a una persona guayaquileña sea tomado como una ofensa.

Otro ejemplo. Mientras los quiteños acostumbran utilizar la expresión “está del putas” para describir algo que les agrada, en Guayaquil es más común decir que está ‘bacán’ o ‘chévere’; para los cuencanos, en cambio, cuando algo les gusta, entonces “está ‘gara’”.

Para el antropólogo Rubén Aroca, docente e investigador de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, la jerga popular tiene variados orígenes, pues algunos casos provienen de lenguas ancestrales como el quechua, de donde se toman palabras como ‘guagua’ (bebé), ‘guambra’ (niño, niña), ‘taita’ (papá) o ‘pacha mama’ (madre tierra). “Del quechua también nace el uso de los diminutivos ‘ya mismito’, ‘aquisito’”, añade el investigador.

Algunos casos son importados, como las palabras “mijo” y “parcero”, de uso común en Colombia para describir a un amigo, o ‘pelotudo’ (tonto) y birra (cerveza), usadadas comunmente por las personas de nacionalidad argentina. Estás palabras se adhieren a nuestro vocabulario debido a la migración de personas de estos países, quienes nos acostumbran a escucharlas y las empezamos a utilizar como propias.

Otro ejemplo de la vida cotidiana se da a la hora de saludar a un guardia de seguridad. “Yo acostumbro llamarles ‘body’, ni siquiera sé bien cómo se escribe o de dónde proviene -es una versión corta de la palabra inglesa ‘bodyguard’, que significa guardaespaldas-, pero es costumbre llamarlos así e incluso ellos te llaman de la misma forma”, dice José Salazar, abogado de profesión.

Aún más común es el caso de la palabra ‘man’ -hombre en inglés- para referirse a una persona, sea hombre o mujer. “Si hablamos de varios hombres lo correcto sería decir ‘men’, que es el plural de hombre, pero aquí hasta le creamos nuestra propia versión de plural y le decimos ‘manes’”, reflexiona Gabriel Alvear, estudiante universitario.

La jerga, incluso puede variar de región a región. Así, mientras en la Costa una palabra común para referirse a un policía es “paco”, en la Sierra se acostumbra a llamarles “chapas” o “tombos”.

También existen ejemplos en el ámbito profesional, con términos usados y entendidos por personas que desarrollan una actividad específica. María Fernanda Herrera, bombera voluntaria, explica que “durante las guardias (turnos), entre bomberos existe una jerga especializada. Para nosotros es común decirle “alfa” a una ambulancia, “bravo” a un vehículo de criminalística, “EPP” le decimos al equipo de protección personal y como esas hay un montón de palabras más. A veces usamos estos términos frente a otros civiles y por su reacción nos damos cuenta de que no entiendieron nada”.

Manabí tiene sus expresiones propias
Para el manabita e investigador de la tradición oral Raymundo Zambrano, la jerga  o argot popular son frases que se han vuelto una costumbre especialmente en los espacios urbanos y rurales. Son palabras de fácil manejo y pone como ejemplo frases como “oe a dónde vas” significa a dónde te diriges. “Podemos hablar que hay una jerga tradicional y la moderna que es cibernética que se explica a través del dial de los equipos electrónicos como “tqm” (te quiero mucho), “XD” -representación gráfica de reír a carcajadas-, “bbb” (bueno, bonito y barato)”.

Luz Macías quien habita en el barrio San José (noreste de Manta) dice conocer varias palabras de la jerga popular como “voy a amarrar el burro”, que significa “voy a comer”, sostiene mientras se ríe. También indica que se escucha mucho los vocablos “cuánto importó”, que es una pregunta que hace referencia a cuánto costó lo que se compró.

En Manabí son muy escuchadas frases como “te cago” (significa te pego), “te doy con el bollero” (te pego),  “dar extensia” (conocer) y “andar chisposito” (estar enfermo).

La llegada de la tecnología aceleró la aparición de jergas populares
Aroca menciona que antes de la aparición de la tecnología y los medios de comunicación masivos, la adopción de nuevos términos y significados era menos común, pues generalmente se compartía con las personas cercanas, que usaban los mismos códigos de lenguaje.

“Con la llegada de la televisión en la década de los 70, esta tendencia empezó a crecer aceleradamente, pues se logró más exposición al lenguaje usado en series extranjeras y el cine. De ahí se tomaron muchas palabras”.
Agrega que con la llegada de la tecnología y las redes sociales, esta dinámica creció aún más, pues “se hizo más fácil alcanzar a personas con los mismos intereses, lo que propiciaba el uso de términos comunes en su entorno”.

El docente cita como ejemplo la comunidad “gamer” -término usado para describir a las personas que juegan videojuegos-. “Estas personas usan unos lenguajes bien específicos que no son fácilmente entendibles por personas ajenas”. Como ejemplos tenemos las palabras “noob” -que significa novato-, “Camper” -traducido como campero, término utilizado para describir a una persona que se esconde a la espera del momento de atacar-, “hacker” -describe a las personas que usan trucos o modificaciones ilegales para lograr ventaja-, entre otros.

Otro clase de argot nacido del uso del internet se ve en las comunicaciones de mensajería instantánea. “Ya sea con los mensajes de texto, o en aplicaciones como “Snapchat” o “WhatsApp”, reemplazar letras para utilizar otras que suenan de forma similar es una práctica generalizada. Las personas escriben “ke” en vez de “que”, abrevian “porque” con las letras “xq”, por ejemplo”. También existe la tendencia de reemplazar letras por cifras, como en los casos de “100pre”, en vez de “siempre”.

Incluso el uso de los emoticones se configura en un tipo de jerga, pues aunque pudiera parecer una forma de reforzar el mensaje, los usuarios tienden a usarlos para reemplazar palabras o expresiones, como en el caso del uso del emoticón de dos jarros chocando, que expresa el deseo de compartir una bebida.

Aroca concluye destacando que “la aparición de estas expresiones no está restringida por el uso incorrecto de la lengua, basta con que el significado esté bien identificado y aceptado por el grupo que lo utiliza para que se vuelva parte de sus formas de expresarse”. (I)

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