¿Conquistar a la pareja es una práctica obsoleta?
El escenario y las formas para conquistar a una mujer o un hombre cambiaron. Antes ellos cortejaban, mientras que ellas recibían los halagos.
Ahora las mujeres también comparten con los hombres el protagonismo de iniciar una relación afectiva.
Lissette Morales lleva 4 años de casada con su esposo Enrique Pacheco. Al principio, solo fueron amigos, pero a ella le gustaba Enrique.
“Un día me atreví a contarle por WhatsApp un sueño íntimo que tuve con él. Desde entonces empezamos a conversar sobre lo que no nos gustaba de cada uno. Las cosas marcharon bien y le pedí que nos casáramos y que se viniera a vivir conmigo”.
Ella reconoce que cuando le gusta un chico se lo demuestra sin pensar en el qué dirán.
“Cuando quería salir con alguien yo era quien invitaba. No me complicaba ni me quedaba con las ganas”.
El sociólogo Robert Párraga asegura que en la actualidad se ha simplificado la conquista.
“Ahora los hombres y mujeres son más directos en lo que tenemos y queremos. Tampoco se destina tiempo para el cortejo, como ocurría antes”.
La aparición de WhatsApp, Facebook y Line permitió que la comunicación sea más rápida y no tuviera límites.
El psicólogo clínico Jorge Escobar asegura que la tecnología ha vuelto más frívolas las relaciones afectivas. “La seducción en estos tiempos queda en el imaginario. No visualizamos las nuevas formas, sino que las ponemos como inexistentes porque no corresponden a las establecidas. Un gran grupo de la población ha desplazado la seducción física presencial por la cibernética”.
Para Ninoska Franco, psicóloga del hospital Teodoro Maldonado del IESS, otro de los factores que han llevado a que se pierdan las formas de seducción es la forma acelerada como vive la sociedad.
“Vivimos en una época en la que nos saltamos etapas. Nos hemos olvidado de la parte sentimental, de las emociones; las relaciones se vuelven monótonas. Antes era normal no saber de esta persona y al momento de verla era emocionante. Ahora se es más práctico para pedir a través de un amigo el número de la persona que nos interesa u optar por enviarle una solicitud a Facebook o WhatsApp”.
Hoy es frecuente que parejas en Facebook que nunca se han visto en persona consoliden el vínculo y una relación que luego los lleva al matrimonio, sin haber tenido un primer contacto. ¿Cómo lo logran?
Según Escobar, estos fenómenos cibernéticos demuestran que la comunicación sigue siendo la base del afecto, pero sin desarrollarse a nivel presencial la habilidad de manejar un buen discurso, escribir una carta de forma manual o llevar una flor personalmente, sino que se prefiere enviar una flor en un archivo gifs (imágenes en movimiento).
“Si copias y pegas o replicas una frase de un libro, o envías música, estás utilizando mecanismos de conquista y seducción; entre mayor cantidad de recursos se usen en menor tiempo la seducción será más multidimensional”, manifiesta Escobar.
En junio de 2016, Leonardo conoció a Gema en una reunión entre amigos. Se gustaron y él escribió su número de teléfono en el techo del carro de ella. Al cabo de unos días se empezaron a escribir. “Cuando vi eso me quedé sorprendida. Me pareció curioso y hasta original”, dice la joven de 26 años.
Leonardo se esmeró en enviarle gifs con contenidos graciosos, pero a la vez tiernos.
Le dedicó canciones del reggaetonero Nikki Jam por WhatsApp y se sumaron a su plan de conquista, marcado por la tecnología, los enlaces de videos musicales de YouTube. A pesar de que ella vive en Manabí la comunicación no se ha perdido. La distancia que los separa se reduce a través de las videollamadas que mantienen por las noches o los fines de semana.
El sociólogo Wladimir Sierra, docente de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), sostiene que la seducción se da cada vez que las personas se comunican, sea de forma presencial o a través del uso de la tecnología.
“Lo que ha cambiado son las formas de demostrarlo. Hoy una insinuación se puede dar a través de emoticones (símbolos para expresar gráficamente estados de ánimo) o con el envío de canciones. Las relaciones de ahora son más fluidas, pero también más triviales y frías. Si no funcionan, todos saben que hay más oferta”. Este factor favorece las infidelidades.
Sierra explica que en otros tiempos la cantidad de conocidos que uno tenía no se compara con el número que a través de las redes sociales se conoce ahora.
Asimismo, la psicóloga Blanca Mármol señala que la tecnología facilita la creación de relaciones de forma más rápida, pero son incompletas. Agrega que se pierde un componente importante que es el lenguaje corporal. “Cuando entramos en contacto, no solo percibimos el lenguaje oral sino los olores, todo esto influye a la hora de elegir o no a una persona”.
Por otro lado, Jéssica Rodríguez, psicóloga del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, reitera que la pérdida de la seducción se da debido a que se tienen otras prioridades, volviendo más superficial la relación. “Hoy con tres palabras una mujer o un hombre consigue lo que se propone”. Añade que se le da más importancia a cuestiones económicas y a la superación personal que al amor romántico, sin considerar que esto posteriormente podría traer consecuencias en aquellas parejas que decidan formar un hogar.
¿Cuáles son esas consecuencias? Hogares disfuncionales y, por consiguiente, hijos con problemas de conducta.
“Debido a que la relación ahora se reduce a un si se gustan, ‘vacilan’ o tienen un romance, y, si no, lo cambiamos y buscamos otra. Los valores han ido modificándose de acuerdo con la conveniencia. Se han mermado los conceptos de lo que es una relación sentimental”.
La profesional recuerda que antiguamente veíamos un hogar más fortalecido, que pertenecía a los años 50, y tenía más interiorizado lo que es un matrimonio. “Quizás otras personas pueden decir que había machismo, pero no en todos los hogares”.
Flérida Mendieta, de 72 años, rememora con nostalgia su época de enamorada con quien ahora es su esposo.
“Él me conquistó siendo caballeroso, pero sobre todo respetuoso; además, se preocupaba por mí. Cuando no nos podíamos ver era toda una emoción cuando aparecía. Él siempre llegaba con una rosa”.
Flérida ve que a sus nietos no les interesa cortejar a sus novias. “Ahora piensan en llevársela a bailar o pasársela en llamadas por horas”.
Hombres y mujeres comparten gastos por igual
Para la psicóloga clínica Franco, los cambios que se dieron con el transcurrir de los años hicieron que el hombre empezara a ver a la mujer, ya no como el sexo débil, sino como uno con presencia y más fuerza.
Ella asegura que los gastos hoy se comparten a medias y las propuestas de invitaciones son de ambas partes. “Antes todo se lo dejaban al hombre y era normal. Ahora es anormal que el hombre tenga que pagar todo porque eso es lo que ha creado la sociedad. Las épocas van cambiando el concepto de conquista”.
Esto ocurrió con Connie Estrada y Jonathan Olmedo. Desde hace 2 años sabían el uno del otro, e incluso sus nombres, pero sin mantener ningún acercamiento hasta que ella inició la primera conversación. Después vinieron las salidas. “Jonathan no es detallista, pero me agrada la personalidad que tiene. No somos de los que van al cine o a comer, sino que preferimos conversar después de la salida del trabajo”.
Carlos Zumba, en cambio, tiene una novia que pagaba las salidas de ambos cuando él no trabajaba. “Las relaciones hoy se manejan sobre la base de un consenso. Aquí no se trata de quién tiene más poder, sino de compartir”.
Para la feminista Clara Medina, las mujeres han reivindicado el derecho a que este proceso social (la conquista) no es exclusivamente de los hombres.
También indica que las relaciones sociales son distintas a las que hay en otras culturas. Por ejemplo, cita que en Europa, si alguien invita a tomar un café no se piensa que esa persona quiere algo contigo, pero aquí invitarte a tomar algo es sinónimo de que se desea algo más. (I)
DATOS
Los primero que aparece entre 2 personas es una fase de enamoramiento y seducción. Esto hace que sean más tolerantes con pequeñas o grandes diferencias y que minimicen su impacto.
La fisiología del cuerpo humano contribuye al enamoramiento, porque se segregan una cantidad de neurotransmisores en el cerebro.
El verdadero amor comienza cuando la persona evalúa su situación y da un paso más allá. Es una decisión voluntaria. (I)