La ilusión del Viagra
Muchos jóvenes siguen convencidos de que el Viagra es una píldora mágica, una suerte de brebaje capaz de potenciar su desempeño sexual y de convertirlos, de un momento a otro, en superhombres. Aunque este medicamento es recomendado para personas mayores de 40 años y con un diagnóstico médico específico, el Viagra tiene una importante hinchada entre los más jóvenes que buscan mejorar un problema que ni siquiera existe.
Ellos quieren métodos efectivos, pero, sobre todo, rápidos para resolver sus inseguridades y temores que se potencian cada vez que están a las puertas de un encuentro sexual. Se trata pues de un grave problema mundial que parece recibir poca atención.
El caso es que los problemas sexuales, como la eyaculación precoz y la impotencia, también podrían afectar a la población juvenil. Los científicos, en muchos casos, relacionan estas patologías con deficiencias alimenticias, pero estos casos todavía son aislados y es más común asociar el consumo del Viagra con el miedo que tienen los jóvenes de ‘quedar mal’ en la cama.
Cada vez, un mayor número de especialistas alertan sobre el uso indiscriminado de este fármaco que está de moda entre los jóvenes fiesteros que viven su sexualidad como una meta.
En este sentido, aciertan al decir que vivimos en una sociedad que mantiene una visión coitocentrista de la relación sexual: siempre preocupados de ser unos amantes perfectos que lleven al placer a sus parejas.