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La dieta y la calidad de vida
El bienestar cognitivo, también conocido como lucidez, se ha convertido en el bien más preciado que un ser humano puede atesorar cuando ha empezado a envejecer. Los achaques pueden sobrellevarse, pero la demencia no.
Cada vez surgen más evidencias científicas de que uno de los factores más importantes que influyen en el estado de salud del cerebro es la dieta. De ahí que el interés por llevar una alimentación sana se ha convertido en una constante, sobre todo, en las sociedades actuales, en que la gente ha sustituido, en muchos casos, una alimentación saludable por productos altos en grasas y azúcares.
Los nutriólogos insisten en que los alimentos tienen que ayudarnos a envejecer con calidad de vida. El mensaje no puede ser más claro y eso significa vivir más años y dar más vida a los años.
Durante las últimas décadas, se ha hecho hincapié en un aspecto que no todos saben valorar: los alimentos escogidos no solo deben contener los nutrientes necesarios, sino deben tener un poder preventivo y, por qué no, curativo. Es evidente que cada vez hay más personas interesadas en consumir alimentos que propicien un estilo de vida de mayor calidad y para conseguirlo incluyen en sus dietas nuevos alimentos en su canasta de compras.
Según los sociólogos, esto responde a un nuevo enfoque social y cultural de la alimentación. Quienes se han tomado en serio el tema de la alimentación dicen que su mayor reto consiste en crear nuevas representaciones que orienten el comportamiento alimentario de los ciudadanos.