El derecho a amamantar en público
Cuando una mujer decide amamantar en público reivindica su rol maternal aunque tenga que enfrentar las miradas inquisidoras. Es contradictorio que mientras surgen voces a favor de la lactancia materna y sus beneficios, haya quienes todavía consideran que el acto de dar el pecho a los niños debería estar confinado a las 4 paredes de una habitación. Al transgredir esta supuesta norma social, las madres que descubren su pecho en sitios públicos son, en muchos casos, discriminadas.
Es evidente que en algunas sociedades los pechos son considerados un objeto tabú, pero también sexual. Por el cuerpo femenino, de hecho, pasan una serie de controles y restricciones que dan cuenta del tipo de sociedad que queremos forjar. En el caso particular de Ecuador, los últimos años han resultado fundamentales para las mujeres, porque han recuperado el control sobre su cuerpo, pero todavía hay mucho camino por recorrer.
Cada año, cientos de mujeres en diversos países —incluidos los más desarrollados— son víctimas de la discriminación por insistir en dar de lactar a sus hijos a la vista de todos. Como respuesta a estas actitudes discriminatorias, han surgido varios grupos prolactancia que abogan por ellas. Son los ‘lactivistas’ quienes defienden el derecho del bebé o del niño a ser amamantado en cualquier lugar. Su consigna es apoyar la lactancia materna libre de prejuicios o críticas, un movimiento que cada día gana mayor apoyo, porque entiende que la mujer que amamanta simplemente satisface una necesidad básica de su hijo.