El comercio de anfibios requiere control
La protección de la biodiversidad requiere cada vez mayor eficiencia y, por supuesto, de legislaciones capaces de responder a las nuevas amenazas que ponen en riesgo la vida de animales únicos en el planeta, como es el caso de los anfibios, animales que habitan en la Tierra desde hace más de 300 millones de años.
Actualmente, la falta de control y la ausencia de una legislación apropiada, impiden frenar la compra y venta indiscriminada de anfibios como mascotas, un negocio global que hoy mueve millones de dólares y que no parece conocer fronteras. Este negocio, como lo advierten los biólogos, constituye una seria amenaza para las actuales poblaciones de anfibios en el mundo, porque al ingresar especies, en calidad de mascotas, se corre el peligro de introducir nuevas enfermedades para las cuales las especies locales no han desarrollado defensas para poder combatirlas.
Hace apenas unos meses, los científicos alertaron al mundo sobre la presencia de un hongo que se expande por diversos países y que ha provocado la desaparición de varias especies de anfibios. El hongo se mueve de una nación a otra, a través de este comercio global de mascotas. Lo más preocupante es que son pocas las voces que alertan sobre el riesgo que supone un negocio.
La comunidad científica asegura que el mejor modo de prevenir la expansión internacional del hongo letal es controlar esta actividad. Hay que convencer a los diferentes gobiernos de que los anfibios juegan un papel crucial en la conservación de los ecosistemas. Tienen razón los científicos cuando aseguran que los anfibios tienen un valor económico mayor del que genera este negocio.