Cuenca se divierte
¿Qué conocemos de Cuenca? Quizás uno de los datos más relevantes es que la capital azuaya fue declarada, en 1999, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta urbe atrae por su arquitectura, sus producciones artísticas, sus vestigios arqueológicos y su reconocida tradición oral.
Con sus aires coloniales, Cuenca es considerada, además, la tercera ciudad de mayor importancia en el país. La conocen también como la ‘Ciudad de los cuatro ríos’ por estar rodeada de 4 corrientes de agua que se originan en el nudo del Cajas. Su identidad también está constituida por mitos y leyendas que perduran por generaciones. Una de las más difundidas quizá sea la del cura sin cabeza que, según la leyenda, se vestía con una capa que cubría su cabeza para atemorizar a los transeúntes que por la noche deambulaban por barrios oscuros y solitarios.
Cuenca es también vida nocturna. Aunque esta urbe conserva un carácter casi monástico, deja ver también su perfil menos puritano cuando las luces de los bares y discotecas se encienden. Los cuencanos ocupan la Calle Larga y la Remigio Crespo; se citan en un café, bailan al son del reguetón, saborean cocteles multicolores que una vez ingeridos, amortiguan el frío intenso de la capital de los azuayos. Hace algún tiempo, la Avenida Gran Colombia, situada en el suroeste de la ciudad, era considerada la Zona Rosa.
Quienes la frecuentaban recuerdan que se trataba de un lugar muy concurrido; allí se concentraban heladerías y comidas rápidas. De hecho, era el lugar elegido por muchos cuencanos para pasear con sus enamoradas. Los tiempos han cambiado y las preferencias también. Ahora la ‘Larga’ —como la llaman— convoca a cuencanos y turistas.