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El centro de salud del cantón orense cuenta con 38 camas y ha atendido 6.674 pacientes en consulta externa

“Si no fuera por los cuidados que le dieron a mi hija, ella no estaría aquí”

A pesar de las dificultades, Mayra nunca perdió las esperanzas de que su pequeña se recuperaría. Foto: cortesía
A pesar de las dificultades, Mayra nunca perdió las esperanzas de que su pequeña se recuperaría. Foto: cortesía
09 de agosto de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Mayra, de 26 años, se desinfecta las manos y se coloca una mascarilla para cambiar a su bebé. Esto lo hace por recomendación del médico, como una medida de extremo cuidado para prevenir enfermedades. Ella reconoce que enterarse de que iba a traer al mundo una nueva vida la asustó un poco, pero conforme pasó el tiempo se sentía feliz y ansiaba tener a su bebé en brazos.

Así, los días y meses pasaron, hasta que el 13 de enero de este año empezó a sentirse mal, fuertes dolores comenzaron a incomodarla, por lo que decidió ir de urgencia al hospital.

En su relato, Mayra hace una pausa, suspira y se queda en silencio, mientras el tío de la bebé hace caras y voces extrañas para sacarle sonrisas a la pequeña.

La joven, a través de la ventana, observa los árboles que existen en el barrio El Paraíso, del cantón Arenillas, en la provincia de El Oro, donde vive; respira profundo y continúa con su relato. Cuenta que los dolores eran cada vez más intensos; tenía mucho miedo, pues aún le faltaba un poco más de 10 semanas para dar a luz.

Ya en el hospital de Arenillas recibió los primeros cuidados. Sin embargo, por su complejo estado de salud, tuvo que ser transferida al Hospital Obstétrico Ángela Loayza de Ollague, en Santa Rosa, inaugurado hace dos años. Enseguida los médicos trabajaron para salvar la vida de la niña y su madre. Alrededor de una hora duró la intervención y finalmente la pequeña, de 37 centímetros, nació. Luego de brindarle los primeros cuidados, fue llevada a una incubadora en la sala de cuidados intensivos neonatales, donde pasó sus primeros 75 días de nacida.

En esta sala recibió ventilación mecánica, alimentación por sonda (alimentación parenteral) y tratamiento con antibióticos. “Solo existía un 30% de probabilidad para que sobreviviera, pues estos casos son muy delicados. Sin embargo, evolucionó de manera favorable”, comenta Lourdes Paredes, la pediatra que atendió a la niña.

A pesar de este desfavorable pronóstico, Mayra jamás perdió la esperanza y todos los días oraba para que su hija sobreviviera. Pasaban los días y gracias al cuidado de los profesionales de la salud, quienes con esmero y mucho cariño atendían a la pequeña, su estado de salud fue mejorando.

Lo peor para Mayra fue no poder tener pronto a su niña en brazos, como ansiaba. Tuvo que conformarse con mirarla a través del vidrio transparente de la sala neonatal por más de dos meses. “Si no fuera por los cuidados que le dieron a mi hija, ella no estaría aquí, siempre agradeceré al Ministerio de Salud. Parecía un imposible, pero el milagro sucedió”, dice la madre de la pequeña, a quien luego de todo lo que sucedió decidió ponerle el nombre Milagros. “Se llama Milagros Elizabeth, como una forma de recordar siempre que su vida desde que nació fue un milagro”.

Los especialistas, el espacio, el equipamiento y, sobre todo, el trato con calidez y calidad que brindaron en este hospital permitieron que Mayra recibiera atención oportuna y se obtuviera este resultado. “En el pasado, las personas debían viajar hasta cinco horas a otras ciudades y pagar grandes cantidades de dinero para recibir atención médica”, recuerda Mayra.

Un 30 de marzo, pesando 2.500 gramos y con 50 centímetros de estatura, Milagros salió del hospital y cada semana recibe controles médicos. Hoy, con siete meses de edad, las condiciones de Milagros son estables.

Cecilia Cevallos, médico tratante de esta unidad de salud, recuerda que este no es el único caso. “Hubo un parto de 27 semanas y también logramos salvar esa vida porque contábamos con tecnología de punta y excelentes profesionales”.

Actualmente, más de 618.517 habitantes se benefician con la atención del Hospital Obstétrico Ángela Loaiza de Ollague. La casa de salud a la que llegan pacientes de Huaquillas, Arenillas, Zaruma, Portovelo, Machala y Perú cuenta con un equipo compuesto por 215 funcionarios entre personal médico y administrativo. En lo que va del año se atendieron 6.674 pacientes en consulta externa, 2.855 en emergencia, 699 partos (255 normales, 444 cesáreas).

El hospital cuenta en el  servicio gineco-obstétrico con 38 camas y en el servicio de neonatología con 20 puestos; en su cartera de servicios tiene cirugía, ginecología y obstétrica, servicio de hospitalización, cuidados intensivos neonatales, laboratorio clínico, imagenología (ecografía, mamografía y radiografía), farmacia, estimulación temprana y ambulancias.

Miriam Peralta, médico del área de emergencia, quien lleva trabajando hace 10 años, manifiesta que una de las características para que esta casa de salud sea reconocida, incluso a escala internacional, es el calor humano de sus integrantes, pues se comprometen con el trabajo que realizan en cada una de sus actividades. El hospital recibió el certificado de acreditación internacional el pasado 2 de junio por parte de Accreditation Canada International, una entidad sin fines de lucro que trabaja con organizaciones públicas y privadas, acreditada por la Sociedad Internacional para la Calidad en el Cuidado de la Salud (Isqua, por sus siglas en inglés), que es considerada la ‘acreditadora de los acreditadores’ de unidades sanitarias. Solo cuatro organizaciones en el mundo están avaladas por Isqua en sus programas de acreditación internacional.

El hospital Ángela Loayza de Ollague obtuvo en su evaluación un promedio de cumplimiento del 99,6%, lo cual certifica que cumple estándares mundiales de calidad en la atención de la salud. A la fecha, un total de 21 hospitales del Ministerio de Salud han superado este proceso de acreditación, lo que pone al país a la vanguardia en América Latina. (I)

Datos médicos de la hija de Mayra

Peso: 1.010 gramos
Tamaño: 37 centímetros
Edad al nacer: 23 semanas
Posibilidad de sobrevivir: 30%

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