El ministerio de salud estableció un manual para mejorar los salarios de estos profesionales
Ser enfermera es tener vocación de servicio
“Una vez me dejaron un papelito que decía: gracias licenciada por su atención, si no fuera por usted no me habría sanado. Esto me puso muy feliz. Hay pacientes que también son muy complicados, pero nuestra profesión es así, tenemos que tratar con todo tipo de personas y a todos debemos brindarles una atención cálida”, comenta Rocío Villegas, enfermera del Hospital Pablo Arturo Suárez (HPAS), en el norte de Quito.
“Tenemos turnos rotativos, a veces nos toca la noche y madrugada. El trabajo de una enfermera es bien duro y sacrificado, pero esto es lo que nos gusta hacer, es parte de nuestra labor diaria”, relata la profesional.
En el año 2008 en el país había un total de 1.395 enfermeras y enfermeros del MSP; hasta febrero de 2015 se incrementaron a un total de 10.171. Esta cartera de Estado tiene un plan completo de fortalecimiento del talento, humano tanto para médicos como para enfermeros, que va desde la formación académica hasta la homologación salarial.
En la carrera de Enfermería el MSP realiza un trabajo, coordinado con varias universidades del país y el Consejo de Educación Superior (CES), para generar y actualizar mallas curriculares de especialización en cuidados intensivos, cuidados pediátricos, cirugía, entre otras.
“En la actualidad las enfermeras tienen acceso a cursos de postgrado y maestrías. Esto nos permite prepararnos más y estar acordes con los adelantos de la ciencia y a las expectativas del paciente. Nos capacitamos en manejo de conflictos, toma de decisiones, liderar equipos de trabajo, en calidez, humanismo, entre otros”, manifiesta Martha Briones, quien tiene 32 años como enfermera del MSP.
Agrega que anteriormente estas especializaciones estaban dirigidas más al área médica, pero ahora en las universidades ya se promueven cursos de especialización para enfermeras.
“En el HPAS, por ejemplo, existe un gran porcentaje de enfermeras que tienen maestría. Aquí somos 165, de las cuales unas 70 hen hecho maestrías”, expresa.
Por otro lado, se han incrementado las remuneraciones percibidas desde 2008, cuando una enfermera recibía $ 620 mensuales.
En este año se aprobó el Manual de Puestos del Ministerio de Salud Pública, en el cual se detalla la escala remunerativa de acuerdo a perfiles profesionales con grupos ocupacionales desde $ 1.212 hasta $ 2.034.
“Con relación a los sueldos ha habido un cambio en nuestro beneficio. Tengo entendido que está por salir un manual de clasificación de puestos. Con este manual las enfermeras arrancarán con mejores sueldos. Antes del Gobierno las enfermeras ganábamos poco”, agrega Martha Briones.
Desde 2013 hasta la actualidad el MSP analizó la creación de 2.149 puestos de enfermería, con la finalidad de brindar estabilidad laboral a estos profesionales, mediante el lanzamiento de partidas para concursos de méritos y oposición.
Este proceso permitió otorgar nombramientos provisionales a dicho talento humano, priorizando aquellos casos que cumplieron el tiempo de servicio establecido para contratos ocasionales, según lo que determina la ley vigente.
“Más que un trabajo es una vocación. Sacrificamos muchas cosas, pero si nos gusta esta profesión sabemos cómo sobrellevar esta situación. Ser enfermera es una vocación, porque uno siente la satisfacción de haber servido a alguien. Estuve trabajando en emergencias, donde llegaban pacientes con gritos de dolor, angustia y luego de administrarles medicación, atenderlos y verlos que se tranquilizan es fantástico. Esto nos motiva día a día”, indica Briones. (I)