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El Telégrafo
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Muerte súbita, un efecto de los ejercicios mal ejecutados

Si no se calienta correctamente el músculo, este se distiende y podría romperse. También se presentan lesiones en tendones, articulaciones e incluso puede haber caídas.
Si no se calienta correctamente el músculo, este se distiende y podría romperse. También se presentan lesiones en tendones, articulaciones e incluso puede haber caídas.
Fotos: Daniel Molineros / El Telégrafo
27 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Séptimo Día

Las consecuencias de ejercitarse no siempre son las esperadas. El deporte puede prevenir a las personas de ciertas enfermedades, pero la actividad física mal ejecutada puede aumentar el riesgo de una muerte súbita.

El médico Cheo Meza Morales, en su artículo ‘Riesgo cardiovascular en el corredor’, señala que investigaciones han demostrado que el ejercicio físico realizado esporádicamente, con metodología incorrecta y sin supervisión de expertos no llega a producir los cambios en el corazón propios del entrenamiento y, al contrario, incrementa el riesgo cardiovascular, por lo que podría causar el fallecimiento del deportista.

Se trata de la muerte súbita cuyo origen es cardiovascular. Sucede cuando se da una parada cardiorrespiratoria de forma repentina durante o después de la actividad deportiva.

Existen algunas teorías sobre por qué suceden este tipo de decesos. Según Meza, una es que la actividad física causa un aumento de la tensión y el ritmo cardíaco, lo que a su vez puede llevar a rasgar una vulnerable placa grasa, formar coágulos por encima de la placa y bloquear por completo el vaso sanguíneo. Otra explicación, continúa el especialista, es debido a la incidencia de un espasmo arterial coronario que con una obstrucción incompleta causa una desproporción entre el suministro y la demanda de oxígeno al músculo del corazón.

Noticias sobre muertes súbitas en eventos deportivos son más comunes desde que entraron en boga las actividades atléticas como maratones. En abril, por ejemplo, 2 corredores que participaban en la maratón Vías Verdes de Ojos Negros, en Castellón, España, fallecieron. Uno por muerte súbita durante la carrera, otro al llegar al hotel donde se hospedaba después del encuentro deportivo.

Hechos como estos muestran que ejercitarse no es tan sencillo y que no se lo debe hacer de forma muy inocente.

La biomecánica del cuerpo debe estar apta para realizar actividades repetitivas, constantes y permanentes.

Lo primero que recomiendan los especialistas es considerar la condición física que se tiene al momento de empezar algún entrenamiento. Paulina Guevara, deportóloga, aconseja hacerse una evaluación previa para saber cómo están las condiciones físicas básicas del cuerpo para empezar e ir avanzando en una actividad deportiva. En el examen también se determinan enfermedades que pondrían en riesgo la vida del atleta.

Y es que hacer algún deporte que no va acorde con la condición física del cuerpo puede causar lesiones no solo osteomusculares, sino también en órganos, aparatos y sistemas que conforman el cuerpo humano.

Por ejemplo, caminar es una actividad aparentemente sencilla que no trae efectos negativos, pero Guevara explica que si no se está listo para este esfuerzo físico, por mínimo que sea, las consecuencias podrían ser graves. Una de ellas es que podría incrementar un proceso degenerativo, como acelerar una posible artrosis, si la composición corporal excede a la talla, pues hay una sobrecarga de peso en las articulaciones.

Otro efecto negativo es la tendinitis. Sucede cuando la pisada no es neutra sino que se va para adentro o para afuera, por lo que hay una sobre cargar del peso para un lado de la pisada causando la inflamación del tendón.

“Uno de los principios del entrenamiento es la individualidad, por eso es importante una valoración con una prueba de esfuerzo en la que se observe la actividad del corazón y la actividad cardiopulmonar, para determinar la frecuencia cardíaca máxima recomendable para esa persona, en cuánto debe entrenar y cómo debe hacerlo”, explica Guevara.

Estas pruebas suelen ser diferenciales para personas que buscan hacer deporte profesionalmente y los que lo quieren hacerlo por recreación, el objetivo es registrar la actividad del corazón para evitar riesgos de arritmias o infartos, así como complicaciones en los músculos y los huesos.

Vinicio Mina, preparador físico en la Concentración Deportiva de Pichincha, explica que es fundamental dosificar las cargas del entrenamiento; toda actividad física debe ser paulatina y progresiva. Y es que el médico puede recomendar ejercitarse una hora diaria para mejorar la capacidad aeróbica o para bajar de peso, pero es necesario recibir la guía de un profesional para saber cómo hacerlo.

Según Mina, si se realiza un trabajo físico para el que no se está preparado se producirán fuertes dolores musculares y hay el riesgo de que existan microdesgarres, inflamaciones y rupturas, incluso podría haber muertes súbitas.

Por eso es recomendable, después de un examen médico favorable, empezar la actividad física con un tiempo de adaptación y después, poco a poco, subir la carga. “Iniciar una actividad física después de los 30 o 40 años sin control y sin tener una persona que te asesore es complicado y riesgoso. No necesariamente te va a suceder algo, pero la recomendación es prevenir”, dice Mina. (I)

DATOS

Una de las causas para la muerte súbita es la isquemia en miocardio que es la falta de oxígeno en el miocardio o músculo del corazón.

Algunas de las señales que avisan sobre una posible enfermedad cardíaca que podría causar una muerte súbita son: dolor de pecho, dolor abdominal, falta de aliento, fatiga, mareo durante el ejercicio, náuseas/vómitos y tobillos hinchados.

Con una evaluación previa a iniciar la actividad deportiva se pueden observar factores de riesgo como afecciones cardiovasculares. La guía de un profesional es fundamental.

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