Uno de los médicos indica que el aborto no sería una solución a las complicaciones embrionarias
La microcefalia se asocia a otros factores
Brasil detectó a fines de 2015 un aumento inusitado de microcefalia -que daña irreversiblemente el cerebro y limita el desarrollo motor e intelectual de las personas- al nordeste del país, donde el virus zika tuvo una amplia circulación. Esta semana el Ministerio de Salud brasileño confirmó 583 casos de la malformación congénita en recién nacidos y estimó en 120 los fallecidos por la misma causa.
El número de enfermos es 14,7% superior al que informa el último boletín semanal del ministerio. Aún se analizan 4.107 posibles casos. Pese a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar contagios del virus durante el embarazo, la información al respecto es muy limitada.
Hay varias investigaciones en curso comisionadas por el Ministerio de Salud de Brasil que esperan esclarecer la causa, los factores de riesgo y las consecuencias de la microcefalia. Se están estudiando todas las hipótesis, incluyendo las vinculadas a tóxicos, medicamentos y factores genéticos.
La vicepresidenta de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología del Guayas, Eliana Robles, sostiene que cualquier agente externo sea viral o tóxico puede causar un daño embrionario y muchas veces tan grave que se pueden producir abortos espontáneos. “Hay que tener cuidado incluso con las fumigaciones. Siempre advertir que la mujer embarazada no debe estar inmersa, porque aspirar sustancias tóxicas podría influenciar negativamente en el desarrollo de su embrión”.
Agrega que existe una posibilidad de que en el momento del parto el niño desarrolle la infección del zika y presente los mismos problemas que los adultos y otros como una infección respiratoria o de tipo neurológica por no tener los mismos mecanismos de defensa.
Para Robles el mayor problema es que la infección no sea alertada a tiempo y se confunda con un problema respiratorio común. Señala que es fundamental el uso de una guía de orientación para el embarazo y que todos los gineco-obstetras manejen el tema. Las posibles malformaciones y complicaciones en el embarazo abrieron el debate para la autorización del embarazo y la implementación de métodos anticonceptivos en los países afectados.
La médico pediatra-neonatólogo Mercedes Ortiz señala que el aborto no es la solución. “No hay que pensar en perder al niño, pues hay que cuidarlo y atenderlo como paciente”. Insiste además en que no se pueden descartar vinculaciones con exposiciones tóxicas, droga, alcohol, alergia a medicamentos, repelentes y a las mismas fumigaciones.
“No hay trabajos plenamente comprobados que indiquen cuál es la concentración ideal del repelente en una gestante. La idea es no usarlo, pero si tiene que ir a un área en donde hay una amplia cantidad de vectores, debe preferir utilizar un repelente de uso infantil, por la menor cantidad de concentración, pero no se garantiza nada”. Ortiz manifiesta que ante la falta de pruebas científicas toda embarazada debe evitar la picadura del mosquito transmisor del zika. (I)