Más de 5 millones de fumadores mueren al año, especialmente por cáncer de pulmón
La demanda de cigarrillos por persona ha disminuido más de la mitad en 12 años
Sara González perdió hace pocas semanas a su madre Ana, víctima de cáncer pulmonar. “El tabaco siempre estuvo presente en nuestras vidas”, recordó. Precisamente este tipo de cáncer es la principal causa de muerte en fumadores y personas expuestas al cigarrillo.
Sara comentó que su madre, aunque nunca fumó, vivió rodeada de fumadores desde su infancia. “Mi abuelo fumaba, mis tíos fuman, mi padre (esposo de Ana) fumaba, mi hermano mayor fumaba y todos delante de mi madre. Mi papá y mi hermano dejaron de fumar cuando mamá se enfermó, pero ya era demasiado tarde”.
El consumo de tabaco es una epidemia prevenible y constituye la segunda causa de muerte en el mundo. Mata a casi 6 millones de individuos al año, de los cuales 5 millones son consumidores directos y más de 600 mil son no fumadores que involuntariamente inhalan más de 4 mil productos químicos del cigarrillo encendido.
El consumo de tabaco es la causa de enfermedades crónicas graves y discapacidades. Además, produce altos costos emocionales y económicos. Una familia afectada por enfermedades relacionadas con el tabaco vive una situación muy crítica.
Frente a esta problemática, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y otras entidades estatales realizan acciones integrales para la regulación del consumo de tabaco: el incremento progresivo a los impuestos y precios de los cigarrillos, evitar la iniciación en jóvenes, espacios libres de humo, prohibición casi total de la publicidad, promoción y patrocinio; imágenes de los efectos del consumo de cigarrillos en los productos de tabaco (advertencias sanitarias y etiquetados efectivos); y control al comercio ilícito. Estas medidas han dado como resultado la disminución de la demanda de cigarrillos per cápita, de aproximadamente 338 cigarrillos en 2000 a 150 unidades en 2012 (Euromonitor 2013). En 12 años se ha disminuido más de la mitad en la demanda.
¿Por qué fuma?
Esa fue la pregunta que se hizo a Ángel (62), César (68) y Enrique (70). Los 3 respondieron que ya estaban viejos para dejar el hábito y que lo hacían desde pequeños; recuerdan la publicidad de ciertas marcas y la falta de información sobre las consecuencias de fumar.
En contraste, Mariana (32), Jessica y Aracelly (28) aseguraron que, aunque todavía fuman, ya no lo hacen como antes. “Sé que debería dejar de fumar, pero antes fumaba una media cajetilla diaria, ahora un cigarrillo o máximo dos al día”, dijo Jessica. Las jóvenes creen que no poder fumar en espacios públicos cerrados ha ayudado a disminuir el consumo. “Antes llegabas a tu casa, desde la discoteca, oliendo a humo de cigarrillo y sin poder respirar bien; la verdad no sé cómo podíamos soportar eso”.
Finalmente, Nicolás (18), Antonio y Sabrina (19) nunca vivieron la época en la que se podía fumar en espacios cerrados. No se imaginan cómo eso era posible y las regulaciones para desalentar el consumo de tabaco les parece que están bien. Sabrina nunca ha fumado y considera que las campañas de los espacios 100% libres de humo de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, ayudan a crear conciencia. “Las fotos de las cajetillas creo que persuaden a las personas a no comenzar a fumar, eso unido a los espacios libres de humo considero que son buenas estrategias para desalentar el consumo de tabaco. Ya no hay propagandas en los medios y veo que cada vez son menos personas las que fuman, al menos en mi círculo familiar y social”.
A pesar de las múltiples consecuencias negativas asociadas al consumo del tabaco, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su informe ‘La rentabilidad a costa de la gente’, reveló que empresas tabacaleras continúan permanentemente desarrollando estrategias para aumentar sus ventas, minimizar las restricciones legislativas y potenciar la comercialización. Emplean diversas estrategias entre las que se encuentran la difusión de investigaciones sesgadas, el financiamiento de obras de carácter social e iniciativas de organizaciones no gubernamentales; lobby con sectores turísticos y en lugares de acceso de jóvenes y adolescentes, como plazas, cines, bares y discotecas.
Las políticas públicas ejecutadas por el MSP impulsan un Ecuador libre de humo de tabaco. Las acciones tomadas en este ámbito permitieron que en octubre de 2012, la Sociedad Canadiense del Cáncer, en su informe internacional ‘Cigarette Package Health Warnings’, editado anualmente, señalara que, por el buen manejo de las advertencias sanitarias, Ecuador se encuentra ubicado en el octavo lugar dentro de 198 países que son parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el cuarto lugar en toda América.
Este logro está medido en cuanto a la magnitud de la advertencia del efecto nocivo del uso del tabaco en la salud y en el cumplimiento de requerimientos y directrices del artículo 11 del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco.
DATOS
La principal consecuencia de fumar es la muerte. No fumar evita enfermedades del corazón, cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, entre otras dolencias.
Otros beneficios de no fumar son: mejoras en los sentidos del gusto y el olfato, desaparición de la tos de fumador, mejor desempeño en actividades físicas, mejor aspecto y salud de la piel.
El Ministerio de Salud aconseja respetar los espacios públicos libres de humo. “Ayúdenos a disfrutar de un Ecuador 100% libre de humo de tabaco y lleno de respeto”, indica esta cartera de Estado.
Se puede denunciar a quienes no respetan los espacios libres de humo al correo [email protected].