El embarazo juvenil, aún un problema en A. Latina

Michelle Z. tiene 16 años y un hijo de 8 meses, cuyo cuidado le obligó a retirarse del colegio cuando cursaba el primero de bachillerato. Pese al dolor que sintió su progenitora, la apoya. “Lastimosamente se dejó llevar por el instante y olvidó que existe protección para evitar un embarazo y ahora afronta las consecuencias”.

Michelle es parte del 12% de adolescentes consultadas, entre 15 y 17 años, que confesó haber tenido un embarazo y cuyos resultados se evidencian en el libro ‘Niñez y adolescencia desde la intergeneracionalidad’ que presentó Unicef en conjunto con el Observatorio Social.

Esta cifra representa una disminución del 3% en relación a los datos que existieron en 2010 en este grupo poblacional. Además se indica que el 2% de las jóvenes entre 10 y 14 años estuvo en gestación, al igual que el 6% de las chicas que están entre 10 y 17 años.

“El embarazo adolescente sí es uno de los mayores riesgos que tienen las niñas, porque las aleja de la escuela y les dificulta el diseño y cumplimiento de su proyecto de vida. Además, imposibilita romper con el rol tradicional y patriarcal donde las mujeres tienen como única misión ser madres”, se puntualiza en el libro.

Unicef y Plan Internacional indicaron en 2014 que la región de Latinoamérica y el Caribe es la de mayor fecundidad adolescente en el mundo, después de África subsahariana. El informe indica: “En la región, una tercera parte de embarazos corresponde a menores de 18 años y casi el 20% de estos a menores de 15 años”.

Para la sicóloga Pamela Noboa, el último informe deja en evidencia el problema que el embarazo adolescente representa en las chicas, sobre todo la carencia de una verdadera educación sexual. “Existen libros muy buenos que da el Ministerio de Educación sobre el aparato genital, de hombres y mujeres; pero la sexualidad no se limita a estos ámbitos, ni al sexo. Hay que orientar sobre la importancia de saber lo valioso que es cada ser humano y así evitar, por ejemplo, un abuso sexual que es la principal causa de embarazo en niñas de 10 y 12 años”, refirió Noboa.

La sicóloga recalca que en sectores vulnerables, como el ámbito rural, es más común observar abusos sexuales. “En el ámbito familiar de estos hogares, por la poca percepción de su importancia, muchos niños y adolescentes piensan que actividades que les ‘piden’ sus mayores son correctas cuando no lo son”.

El reporte de Unicef indica que 7 de cada 10 adolescentes saben dónde conseguir los anticonceptivos; 71% de ellos corresponde al área urbana y 61% a la rural; pero solo el 40% habla de sexualidad con sus padres.

El 16% de los adolescentes encuestadas, de entre 12 y 17 años, confesó tener al menos una amiga que se practicó un aborto. Para Margarita Velasco, directora del Observatorio Social, los datos mencionados en el estudio demuestran una falta de política de salud. “Es necesario un cambio de mirada de la sociedad patriarcal para generar una política de prevención de embarazos con enfoque de derechos basada en estos datos, que corresponden a la realidad de los y las adolescentes contemporáneos; y no en una realidad de quien a veces diseña la política o los planes. Debe existir una mirada del presente y no del pasado”, enfatizó Carranco.

El estudio pone énfasis en la perpetuación de los roles tradicionales de la mujer, puesto que el 77% de madres cuida de sus niños (7% más en relación a 2010) y solo el 1% de los padres se encarga del cuidado de los hijos.

“A pesar de que las mujeres incursionaron en el mercado laboral, es evidente que siguen siendo las principales protagonistas del cuidado de los hijos, del diálogo con los chicos, de la revisión de las tareas y del trabajo doméstico. Mientras eso no cambie, no podemos hablar de igualdad entre niños y niñas, o entre las y los adolescentes”, refirió Rossana Viteri, directora de Plan Internacional.

El informe recalca que de la mano del embarazo adolescente está la unión a temprana edad. El 2% de las y los adolescentes de entre 12 y 17 años encuestados está en unión libre, 1% está casado y 95% soltero. “El embarazo adolescente les resta a las niñas el acceso y calidad de educación y salud, y genera problemas sicológicos que impiden cumplir sus metas a futuro”, reitera Viteri. (I)

Datos

Otros datos del informe de la Unicef dicen que el 58% de los y las adolescentes considera que el VIH y Sida se pueden trasmitir a través del uso de los baños.

Solo el 71% de los adolescentes que formaron parte de la encuesta conoce que el VIH puede trasmitirse de madres a hijos. En el caso de los hombres, esa cifra representa solo el 68%.

El 24% de adolescentes entre 12 y 17 años encuestados se ha embriagado alguna vez. El 31% corresponde a la Amazonía, 28% a la Sierra y 18% a la Costa. Además, el 21% ha fumado al menos en una ocasión.

El 48% de los y las adolescentes afirma que en los alrededores de los colegios hay drogas. El 15% dice que la marihuana es la droga que más se consigue, seguida por el 8% que menciona la ‘H’.