Ecuador es el único país de américa latina con 36 casas de salud acreditadas
21 hospitales han sido repotenciados en 9 años
El quinto niño que nació en el Hospital Gineco-Obstétrico Luz Elena Arismendi se llama Andrés. Fue alumbrado gracias a la experiencia de un médico llamado Santiago. “Esa es la magia de la vida, ¡qué mágico que Santiago trae a Andrés al mundo!”. Esas fueron parte de las palabras y de la anécdota contada por María Fernanda Restrepo, hija de la mujer y madre colombiana que luchó durante años por encontrar a sus hijos: los hermanos Santiago y Andrés Restrepo. Ellos fueron torturados y desaparecidos en 1988, en un episodio difícil de digerir para esta familia y gran parte de los ecuatorianos.
María Fernanda fue la encargada de las palabras iniciales en la inauguración de la maternidad del sur, que atenderá en promedio a 15.000 personas al año. Para el acto los pasillos de la unidad de salud lucían llenos de fotografías de Luz Elena Arismendi. “Ella está presente en esta maternidad y en cada madre ecuatoriana que nunca se rinde de luchar por ese amor único, primero y total: sus hijos”.
El espacio de salud es uno de los 21 hospitales nuevos o repotenciados que ha entregado el gobierno de Rafael Correa tras 9 años en el poder. La meta es llegar a los 38 centros, antes de abandonar el sillón presidencial. A manera de comparación, el Mandatario ecuatoriano indicó que desde el retorno a la democracia en 1976 hasta diciembre de 2006 el país contaba con 33 hospitales. “Al terminar los 10 años habremos construido 38. Ahí están los recursos del pueblo y el tan llamado gasto social”.
Además, Ecuador es el único país de América Latina con 36 hospitales avalados por la agencia Accreditation Canada International. Cinco de estos se encuentran en Quito por ser la capital y con una población superior a los 2 millones. Solo en el sur del Distrito Metropolitano viven más de 600 mil personas, quienes podrán usar la maternidad. El lugar no solo cuenta con 172 camas para hospitalización, sino también con un área de consulta externa, emergencia, servicios de ginecología, laboratorios clínicos y mamografía.
En la construcción y el equipamiento se han invertido más de $ 45 millones y en total el presupuesto del hospital supera los $ 24 millones. Todos los servicios de la unidad serán habilitados de forma paulatina y, por ejemplo, a partir del 15 de febrero abrirán las unidades materno-infantil, el centro quirúrgico y el banco de leche.
En su discurso, el presidente Correa reconoció que la disminución de muertes maternas fue el único objetivo del milenio que Ecuador aún no ha alcanzado. Dijo aún, porque el país trabaja para reducir en 75% las muertes de futuras madres. Una herramienta es el nuevo hospital gineco-obstétrico donde se pondrá énfasis en la atención y prevención de quiteñas y habitantes de provincias cercanas, como Cotopaxi y Tungurahua.
El hospital gineco-obstétrico será de referencia nacional, apuntó Correa, pues tendrá la primera unidad de cuidados intensivos de neonatos. Antes este servicio era aislado en centros públicos o limitado a quienes podían pagarlos en clínicas privadas.
Hasta ahora se ha invertido en infraestructura sanitaria más de $ 14.000 millones y más de $ 2.000 millones solo en Quito. En los próximos días se inaugurará la repotenciación del hospital Eugenio Espejo. “Ese es el cambio de época que quieren negar, aquí al sur está el Quito profundo que no existe en las noticias”, indicó Correa.
La primera niña que nació en el hospital del sur fue Ashley Geovanna Vallejo, el pasado miércoles 20 de enero. La madre de la bebé estuvo presente en la inauguración de la maternidad ayer. La pequeña -dijo Correa- nació en tiempos de cambios y con atención digna. Además, 135 mujeres han recibido tratamiento en consulta externa, 50 pacientes en emergencia y se han realizado otros 15 partos.
Al ser una unidad de tercer nivel (con tecnología de última generación y médicos especialistas) se tratarán los embarazos de alto riesgo o casos de bebés que nacen de forma prematura.
Para María Fernanda Restrepo, la maternidad es sinónimo de esperanza. “Pensaron que asesinándolos mis hermanos iban a morir, pero Santiago y Andrés nacen una y otra vez, en cada Antonio, en cada Rafael, en cada niño de la patria”. Estas palabras fueron compartidas por el presidente Correa. (I)