Manta, la ciudad de las 13 playas, el viche, corviche y ceviche con maní
Manta encanta, apasiona. Sus playas y gastronomía son un imán para los visitantes, que mensualmente llegan por miles a la ciudad puerto, como en el último feriado de fin de año, cuando arribaron más de 82.000 turistas.
Pedro Merizalde es uno de los visitantes frecuentes de Manta. Indica que la localidad es su punto preferido para ir en los feriados y vacaciones. “El mar es espectacular y la comida rica, no puedo pedir más”, dice con gusto.
Este guayaquileño habla con fascinación del balneario, en el que inició el 2019. “Yo me quedo a vivir aquí. Siempre me pareció exagerado eso de llamar a un lugar turístico ‘el paraíso’, pero realmente es cosa de otro mundo”, comenta.
En la playa El Murciélago, lugar favorito de los turistas, es normal ver a vendedores de artículos, como gafas o cocos helados.
Por el sitio pasa un comerciante ambulante. Lleva decenas de lentes de sol. “Mi panita, estas gafitas son para usted, no se dañe los ojos azules, protéjalos”, dice el vendedor a Santiago Montesdeoca, habitante de Manta. Este joven, de 17 años, es cuidadoso con sol. “Toca usar bloqueador”, afirma.
Dar una vuelta por la ciudad puerto es “un peligro” para quienes están a dieta. La gastronomía del lugar es “espectacular”, como indica Alberto Rojas, quien vive desde mediados de 2018 en el cantón manabita.
“He subido 20 libras desde que estoy aquí”, expresa. Para este guayaquileño, quien se trasladó al balneario por trabajo, una de las paradas fijas para comer es la cevichería Levanta Muerto, ubicada en Playita Mía. “El ceviche mixto, de pescado (pinchagua) y concha, es algo de lo que no me quiero separar nunca. El maní no puede faltar”.
El tema del ceviche con maní no es propio de Manta, sino de Jipijapa, pero con el pasar de los años es algo que se ha enraizado en las costumbres gastronómicas de la urbe porteña.
Los sabores de Manta son diversos, pero en sus platos típicos destacan el verde, el maní y, principalmente, los mariscos.
La localidad es una mezcla de todo Manabí. A principios del siglo pasado, personas de varios puntos de la provincia, como Santa Ana, Portoviejo, Montecristi, Pichincha, Pedernales o Calceta, escogieron vivir en la ciudad por sus playas y su desarrollo.
El caldo manaba más conocido es el “viche” y los restaurantes lo hacen por los menos 2 veces a la semana. En ciertos puntos lo tienen como un plato a la carta. Preparado a base de pescado y maní, tiene de ingredientes camote, zapallo, verduras, yuca y maduro.
Otra de las delicias de Manta son las hayacas, pero no de las comunes, sino con maní en su relleno.
“La primera vez que vine, hace 4 años, las probé y me encantaron. Ahora, cada vez que vengo me llevo 10 a Guayaquil”, cuenta Sebastián Mora.
El “corviche” es un sabroso abrebocas elaborado a base de verde, pescado y maní. En la calle 15, una de las más transitadas, venden estos bocados entre $ 0,50 y $ 1. “Pero el ‘corviche’ no es solo, siempre va acompañado de limón y ají”, asegura Rojas.
Playita Mía es otro atractivo donde hay varios restaurantes al pie del mar. Lo especial del sitio es que los pescadores llegan en botes de fibra con la faena y venden su producto a los dueños de los comedores, por lo que bien cabe la trillada frase “del mar a la mesa”.
Al otro lado de Manta, camino a San Mateo, está La Tiñosa, playa conocida por su espectacular vista. Desde aquí se puede observar el mar en su inmensidad.
Los jóvenes practican surf en San Mateo. Las olas, según los deportistas, son las ideales.
En total, Manta cuenta con 13 playas: El Murciélago, Barbasquillo, Playita Mía, Tarqui, Los Esteros, Piedra Larga, San Mateo, La Tiñosa, Santa Marianita, Ligüiqui, San Lorenzo, Las Piñas y Santa Rosa. (I)