Unas 10 familias se dedican a elaborar este plato desde hace más de 60 años
La morcilla de Abdón Calderón, una delicia que se convierte en atractivo turístico
Pese a los incesantes requerimientos, Carlos Mendoza no perdía la concentración. Escuchaba que varias personas lo llamaban, pero él ni se inmutaba, seguía con su labor: cortar morcilla para luego despacharla a los comensales.
Pero el estand de Mendoza no era el único que tenía gran acogida. También estaba el de Magdalena Vinces, así como el del resto de comerciantes que participaron, el pasado fin de semana, en el primer Festival de la Morcilla. El punto tradicional para preparar este plato en Manabí es la parroquia Abdón Calderón, ubicada a 20 minutos de Portoviejo.
Ese día la jornada inició muy temprano y para cuando el reloj marcaba las 11:30, las pailas, en el parque de la localidad, ya estaban vacías. En ese instante comenzó, literalmente, el peregrinaje por las vías de Calderón para quienes querían saborear la gastronomía portovejense.
Pero Carlos Mendoza, propietario del restaurante Lula, preparó más morcilla para los visitantes. Para el festival, había estado trabajando desde la madrugada. “Esto es todo un proceso, primero se lava bien el tripaje y se limpian las impurezas. Luego se cocina el arroz, se preparan los aliños (cebolla, pimiento y sal), se hace el refrito, se pone a cocinar y luego se sirve; el toque final no lo puedo decir, es un secreto familiar”, dijo Mendoza.
Al encuentro asistieron unas 1.500 personas. El evento contó con la presentación de varios grupos artísticos como la orquesta Vuelta Larga de Santa Ana, Son Montubio y el grupo folclórico de Guayaquil, entre otros.
También hubo espacio para que los más pequeños se diviertan con las ocurrencias del payasoYoyo.
Jorge Lozano, turista guayaquileño, probó un bocado de la morcilla y quedó encantado. “Me encanta la morcilla manabita. Es la primera ocasión que vengo a Calderón y me he quedado encantado con el lugar”, manifestó entusiasmado Lozano.
Para el portovejense Carlos Sigüenzaes tradición acudir todos los fines de semana hasta el local de Carlos Mendoza para comprar morcilla para toda su familia.
“Al principio solo compraba morcilla cuando pasaba por aquí, pero luego ya cogimos como una tradición el venir a comer siempre. Al escuchar del festival, sentí que era mi obligación estar aquí”, resaltó entre risas Sigüenza.
Otra de las personas que participaron en el evento con su preparación de la morcilla fue Mirian Valdez. “Estoy muy contenta con se haya tomado en cuenta a Calderón como parte de las fiestas de Portoviejo. Esto ayuda a que nuestra morcilla, que es la más sabrosa del país, sea conocida. Nuestro secreto es que la preparamos con mucho amor”, resaltó.
El festival, realizado en el parque central de la parroquia, fue organizado por la Escuela Gastronómica de Manabí, el Municipio de Portoviejo, el Gobierno Parroquial de Calderón, el Gobierno Provincial de Manabí y el Ministerio de Turismo. El encuentro fue parte de las actividades por las fiestas de la capital.
Juan Farías, presidente del Gobierno parroquial, aseveró que en Calderón se hace la mejor morcilla de la provincia. “Queríamos que la ciudadanía visite y sepa lo deliciosa que es nuestra morcilla”, acotó.
Farías afirmó que la preparación de la morcilla es una tradición que tiene más de 60 años en Calderón.
“Esta tradición tiene 6 décadas. Son muchas las personas que preparan este plato y el ingrediente principal es el amor y cariño, tal como lo hacía mi madre, Bertha Alcívar”, dijo.
El líder parroquial destacó que la morcilla de Calderón es pedida muchas veces para ser enviada al exterior. Farías dijo que hay personas que viajan a Estados Unidos, España y Venezuela llevando morcilla congelada. “A nosotros nos dicen morcilleros (…) y a mucha honra, con mucho orgullo”, señaló.
Además de morcilla, el evento contó con otros manjares manabitas, como la longaniza, la tonga,el hornado de chancho, el viche, todos cocinados con la exquisita sazón de la gente montubia.