El chillido de los monos y el trinar de los pájaros se mezclan con el sonido del viento que sopla sobre las copas de los árboles. Es el ambiente que recibe a los turistas queingresan al zoológico Arenillas, ubicado en una de las estaciones turísticas más grandes del país. El centro alberga animales que han sido víctimas de tráfico y maltratos de cazadores en algunos puntos de la provincia de El Oro.

El Ministerio del Ambiente (MAE) y la Unidad de Policía de Medio Ambiente (UPMA) son los entes encargados de rescatar a los animales y llevarlos al zoológico.

Al momento hay 300 individuos de 70 especies —algunas en peligro de extinción— que son atendidos por especialistas que en algunos casos logran reintroducirlos en el hábitat de donde han sido sacados. Además de ser un zoológico, cuenta con su propia clínica de urgencias veterinarias.

Por el área de enfermería han pasado decenas de animales de diferentes especies. Uno de los que más recuerdan en el lugar es un tigrillo que fue herido en la mandíbula por un disparo en la parroquia La Peaña, del cantón Pasaje. El animal, pese a que ya está recuperado de todas las heridas que le ocasionó un cazador de la zona, no podrá volver a su hábitat natural.

Para este caso, el MAE y los especialistas del zoológico Arenillas intervinieron de manera inmediata; el tigrillo permaneció allí en cuarentena, luego le hicieron una nueva revisión para ver si estaba apto para volver a su hábitat natural.

Los especialistas concluyeron que no podrá regresar ya que el disparo causó un severo daño en la mandíbula y uno de sus ojos, por lo tanto, no puede valerse por sí solo para cazar, por ello, fue enviado a un centro de rescate en la ciudad de Guayaquil para que le den la atención debida y se quede en ese sitio.

De las especies que existen en el zoológico, el 90% representa a animales nativos, es decir propios de diferentes regiones del país, como la Costa y Amazonia.

Edwin Sánchez, uno de los veterinarios que ha dedicado varios años a cuidar animales en el país, explicó que en el lugar se pone en práctica un plan que consiste en esconder la comida en los árboles. “Esto se realiza para estimular el olfato y que no pierda la facultad de trepar los árboles. También para que no se estresen”, afirma.

Comenta que el rescatar aves heridas, es el trabajo que realiza habitualmente ya que son especies que incautadas y comercializadas sin tener ningún tipo de cuidado. El especialista es quien les rehabilita e introduce nuevamente a su hábitat. El cuidador cuenta que hasta ahora no ha sido agredido por ningún animal, pero al inicio confiesa que sí sentía temor de estar tan cerca de cocodrilos.

Explica que muchos de los animales que llegan a través de la Policía están heridos o mal alimentados. “Uno de los problemas más grandes es que ingresan con muchos parásitos”, dice.

Roberto Marcos, director del MAE en El Oro, informa que 102 animales se han recuperado hasta mediados de noviembre de este año. Augura que al finalizar el año se superará la cifra de 2013 que fue de 140.

El funcionario aclara que la población de la provincia va tomando conciencia con respecto al maltrato de los animales. Asegura que ya se está aplicando el Código Orgánico Integral Penal (COIP) en esta materia. Aunque hasta ahora no ha sido necesario ya que las familias han entregado a los animales sin ningún problema.

Según Marcos, por la frontera con Perú ingresan muchos animalitos y eso es lo que se trata de controlar. Una vez que se recuperan, los animales son trasladadas al zoológico Arenillas donde actualmente existen varias especies, que van desde monos y papagayos, hasta loros y tigrillos. Las autoridades pidieron a la comunidad denunciar si ven animales que permanecen sin el cuidado debido.

ESPECIES CORREN EL PELIGRO DE MORIR SI NO HAY CUIDADO

Si bien es cierto que en el Zoológico Arenillas se conserva y se muestra gran parte de la fauna nativa, también se cuida a especies en peligro de extinción, como el cocodrilo de la costa, también llamado americano (Crocodylus acutus).

En gran parte de este territorio la población del reptil se ha reducido considerablemente. Este animal ocupa los hábitats costeros: manglares y bahías, grandes lagos salobres y puede extenderse aguas arriba de los ríos costeros ya que es capaz de moverse a grandes distancias.

También están el mono araña y el caimán de anteojos, éstos constan en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés). Las especies en peligro crítico reciben un cuidado especial, comenta Sánchez.

En el libro rojo de las especies aparecen los nombres de 3.504 animales y plantas que se encuentran en peligro de extinción. 353 están en peligro crítico, 1.071 en peligro y 2.080 son vulnerables.

El experto comenta que el cambio climático, la proliferación de enfermedades y hongos que atacan a los anfibios, la pérdida o contaminación del hábitat, la caza y el impacto ambiental inciden en el peligro que corren las especies ecuatorianas.

Cada semana, el veterinario y técnicos controlan el peso y las medidas corporales de los animales para evaluar su crecimiento. En el caso del tigrillo, una vez logrado el objetivo de salvarle la vida, se espera que llegue a una edad en la que pueda consumir por sí solo la dieta ofrecida y se adapte a las variaciones de clima que tiene la provincia.