Isidro Pezo, un pescador de 72 años, sentado en una piedra, remendaba el trasmallo que días atrás había sufrido una rotura, debido a una traba en alta mar. El adulto mayor es del barrio Venecia del Mar, de Puerto Bolívar, provincia de El Oro, uno de los primeros sectores en ser poblados en la parroquia machaleña.

Hasta este lugar llegaron en la década del 50, desde del Archipiélago de Jambelí e incluso Puná, cientos de pescadores artesanales, que, atraídos por el boom minero y bananero, se asentaron en el filo costero orense. La mayoría de los que arribaron en aquella época, cambiaron de actividad, comenta Pezo, pero hubo algunos que mantuvieron su labor tradicional.

Así, muchos aún conservan sus pequeñas canoas. El hijo de Isidro, Juan Pezo, heredó esa labor y a punta de remo realiza su faena diaria, ganándose unos $ 10 al día.

El veterano pescador recuerda que a los 19 años llegó al barrio: “Cuando me vine, esto era puro manglar, había pequeños canales salados y demasiado lodo. Nosotros, junto con mi madre, nos instalamos al pie del manglar”, recuerda.

Él fue uno de los fundadores del barrio, que se instauró en 1967. “La mayoría de personas llegaron desde las islas: Costa Rica, Huacas, Pongal y Jambelí, todos coincidimos en que el barrio debía llamarse ‘Venecia del Mar’, por su semejanza a la ciudad italiana de Venecia, ya que había una decena de canales por los que las pequeñas canoas podían navegar, similar a las góndolas que hay en Europa”, dijo Isidro, mientras movía sus manos remendando la malla.

En este barrio habitan unas 600 familias, según el dirigente Lucio Cacao. El 70% se dedica a la pesca artesanal, recolección de concha y cangrejo; el otro 30% al embarque de banano en Autoridad Portuaria de Puerto Bolívar.

El barrio está al filo del estero Huaylá de unos 5 km de largo, allí existen unos pequeños muelles de comercio de pescado y camarón. En el ‘Venecia’, como se conoce al barrio, hay 4 de estos muelles, allí unas 120 embarcaciones se encuentran ancladas, listas para salir a la faena. Abel Reyes, fiel heredero de esa raza de obreros del mar, afirma que ese ha sido, es y será el destino de la barriada.

“La pesca estuvo buena, cogimos 2 gavetas de cachema”, dijo el pescador que acababa de llegar al muelle del barrio, donde vende su producto. “Hoy nos hicimos unos $ 160, nos toca $ 50 a cada uno, porque el resto es para pagar comida y gasolina”, comentó.

Casi a la misma hora (18:30), llegaron 10 botes más, era una fila de embarcaciones arribando y desembarcando el pescado. Algunos tristes por no haber tenido “buena suerte”. “Me fui al Petrolero (cerca de Puná), me calé por ahí y coroné el pescado”, le comentó Hugo Alvarado a su hermano Ricardo, de 24 años, quien también pilotea una embarcación.

Las risas y la camaradería predominan al interior de los pequeños muelles, pues desde las 18:30 a 20:00 todos los pescadores llegan de su faena diaria, entre ellos se recomiendan lugares, analizan la próxima pesca y dejan preparando el tacho de gasolina para salir de nuevo en la madrugada.

Un sector apegando a la religiosidad

El barrio Venecia del Mar se ha constituido en un ícono religioso en todo el perfil costero orense, ya que desde ese lugar arranca la procesión náutica de veneración a la Virgen del Cisne.

Pescadores de todo Puerto Bolívar y del Archipiélago de Jambelí, se agrupan en el barrio para decorar sus embarcaciones. Desde hace 19 años esta tradición, que inició en dicho sector, ha ido creciendo, llegan devotos de los 14 cantones orenses e incluso de las ciudades de Quito, Loja, Cuenca y Guayaquil.

Manuel Banchón es habitante del sector y miembro del comité religioso de la parroquia porteña. Él recordó que la primera procesión náutica se realizó debido a la inseguridad que existía en alta mar. “Había mucho pirata, los pescadores no podían realizar su faena de pesca porque sus herramientas eran robadas y en el peor de los casos perdían hasta la vida”, comentó.

Luz María De la Cruz, catequista y una de las mentalizadoras del acto, contó que la procesión náutica se efectúa desde hace 19 años y que en sus inicios, el desfile solo se realizaba entre la gente del barrio Venecia del Mar y acudían solo unas 25 embarcaciones, pero ahora hay muchas personas que llegan.