Agricultores que viven a lo largo del sendero La Cascarilla, que va desde  la ciudad de Loja hasta la parroquia Vilcabamba, decidieron sumarse al cuidado de la ruta y apadrinar el tramo, por ello se dividieron en  grupos a fin de extender sus tareas.

El último fin de semana realizaron la siembra de mil plantas de vetiver en los sitios  donde el terreno es inestable para así fortalecer los taludes y evitar deslizamientos.

Adicionalmente se incluyeron 200 plantas de guararo, especie extraordinaria para brindar sombra, comentó Santos Chamba, técnico municipal de Gestión Ambiental.

Son más de 60 familias de la zona las que realizan estas tareas, pues además de la reforestación, otro grupo se dedicó a la limpieza del sendero y a levantar la maleza y los desechos que personas desaprensivas botan a su paso con el  fin de que el circuito tenga las condiciones adecuadas para las caminatas, las cabalgatas y el ciclismo, “ya que los fines de semana es mucho más abundante el paso de personas”, indicó Esperanza Capa, quien lidera el grupo de agricultores.   

“Al fomentar el turismo nosotros podremos aprovechar el sendero para vender nuestros productos y mejorar nuestra economía”, sostuvo Juan Ruilova, quien participó de la actividad.

La reforestación se realizó desde el sector El Cristal hasta el barrio La Era; mientras que la limpieza se cumplió  en el tramo comprendido desde La Era hasta la entrada a Granadillos.

“De a poco la comunidad se empodera de los espacios verdes  apoyando las iniciativas municipales que tienen como finalidad brindar áreas para caminar, distraerse y generar turismo”, dijo Chamba. (I)