Sin duda Machala, capital de la provincia de El Oro, ha tenido un cambio radical en los últimos 9 años, ahora sus avenidas, parques y algunos barrios han sido embellecidos, lo que atrae al turismo, pero existen sectores donde se detuvo el desarrollo por la falta de atención de las autoridades.

Al oeste de la ciudad está el barrio Urseza, un sector de complicado acceso, donde hace más de 20 años se asentaron familias provenientes de la provincia de Esmeraldas. Actualmente se ha convertido en un lugar muy poblado pero carente de servicios básicos.

Si bien estos asentamientos periféricos se formaron por la necesidad de vivienda de personas que llegan de otras provincias, constituyeron las bases para el surgimiento de microemprendimientos de comercio y servicios que buscan el sustento familiar y salir de la pobreza. De dichos asentamientos salen a las zonas céntricas microempresarios, vendedores ambulantes y comerciantes minoristas que ofrecen sus servicios y productos.

El sitio está ubicado a la entrada del balneario Coco Beach, la única playa de Machala en la que se puede llegar en auto; sin embargo, es muy poco concurrida, debido a que el sector es considerado peligroso. Ya en Urseza el movimiento es lento, hay algunas motocicletas que circulan por las calles sin asfaltar y con pozas de agua de las últimas lluvias, según los vecinos, se trata “los chulqueros que vienen a cobrar”.

Habitantes que viven de sus pocos ahorros

Recorriendo una cuadra adentro encontramos a María Tufiño junto a sus hijos, sentados en unas piedras a la entrada de su casa. Ella, al identificarnos como periodistas reacciona y pide: “tome fotos a esa poza para ver si nos vienen a ayudar, porque cuando llueve tenemos que salir sin zapatos a otras partes”.

Ella es una de las primeras habitantes del sector, junto con su esposo llegó de Esmeraldas “para salir adelante en algún oficio”. En su casa tiene un pequeño negocio de venta de yogur puerta a puerta y visita varios sectores, empezando por su barriada, el producto que entrega lo vende la mayoría de ocasiones al contado y algunas a crédito.

María explica que es una de las beneficiarias del Bono de Desarrollo Humano (BDH). Hace varios meses accedió a un préstamo a 24 meses de $ 1.200 otorgado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies); con ese capital ha logrado crear este negocio y asegura que le da una buena ganancia, incluso percibe al mes más de lo que cogía con el bono ($ 50 dólares).

Por otra parte, Martha Camacho invirtió en una pequeña tienda. “Me va más o menos, pero una gran parte de la venta es al fío para los vecinos concheros. Me preocupa porque temo perder el capital”, confiesa Martha.

Media cuadra más al fondo se encontraba doña Florencia Torres, rodeada por unas 4 lavacaras y 3 tanques de agua, sentada en un pequeño banco de madera y junto a un bulto de ropa, lavaba, de esa manera se gana la vida y tiene para criar a sus hijos.

Ella comenta que todos los días, desde hace 18 años, tiene que levantarse a las 6:00 para comprar agua al tanquero. “Es $ 1,50, que gastamos diariamente comprando agua”, aseveró.

Recuerda que hace 6 años perdió parte de su casa debido a las fuertes lluvias. “El agua nos llegaba hasta la cintura, nos tuvieron que evacuar. En ese entonces se me ahogaron 8 gallinas y 2 chanchitos que estaba criando y el único sustento que tenía para vivir”, dijo.

Actualmente el sector ya no se inunda como antes, porque hace 2 años, en un trabajo conjunto, Autoridad Portuaria de Puerto Bolívar y  el Consejo Provincial realizaron un relleno del lugar con 2 retroexcavadoras y varios moradores ayudaron a agilitar el trabajo. Casi todas las calles del sector fueron reparadas. Pero esto no ha servido de mucho ya que en ciertos sectores de la barriada los vecinos aún tienen que salir con zapatos en mano esquivando el agua y el lodo que se forma en las calles.

Sector vulnerable a inundaciones

Las familias que habitan en el sector aún recuerdan que en 2006  aproximadamente 1.600 personas, es decir, unas 300 familias, debieron ser evacuadas en la madrugada ante el embate de las aguas del río Jubones que llegaron a alcanzar entre 1,50 m y 1,80 metros y cubrieron unas 80 manzanas de Ursezas. En aquel invierno muchas familias perdieron sus endebles casas y lo poco que tenían como patrimonio, producto del ahorro de años.  

El canal El Macho, ubicado al norte de la ciudad, es uno de los problemas que más preocupa a las autoridades y a los moradores de unos 20 barrios (incluido Urseza) por donde atraviesa.

La semana pasada la Municipalidad de Machala, a través de un comunicado, hizo público el pedido de los representantes de la compañía de Transporte Urbano Multioro y dirigentes de los barrios Los Vergeles, Ursezas y Machala Libre, sobre el proyecto de asfaltado del circuito de recorrido de buses del sector norte, el mismo que se alterará en varios tramos.

El Cabildo, presidido por Carlos Falquez Aguilar, se comprometió a que en las próximas semanas se inicien los trabajos de asfaltado que va a beneficiar a los barrios Machala Libre, Urseza y Los Vergeles; es decir, se asfaltarán varios kilómetros de calles, específicamente de aquellas por donde tienen trazada la ruta los buses de servicio urbano, lo cual ha tenido una acogida muy favorable por parte de muchos de los habitantes.