Hoy se cumplen 3 años de la  declaratoria del tejido del sombrero de paja toquilla como Patrimonio  Inmaterial de la Humanidad.

Ayer se realizó en Cuenca  una feria artesanal  y cultural en la que 18 asociaciones mostraron sus productos y contaron los impactos que tuvo el reconocimiento en su labor.

“Empezaron a darnos capacitaciones, aprendimos el tinturado de la paja, diseño, clasificación del producto y otras cosas que antes no sabíamos”, dijo Nube Guillén, artesana de la parroquia Guapán, en Azogues.

Para su compañera Rosa Tapia, la distinción también les ha permitido participar en ferias y vender sus productos directamente.

“Ya no le vendemos a intermediarios”, aseveró. La identificación del país y la implementación de políticas públicas, han sido, según el  presidente de la Junta Nacional de Defensa del Artesano, Luis Quishpe, algunos de los logros alcanzados.

“Nuestro producto  estaba siendo presentado  con otro nombre y  hoy tiene la valía y autenticidad de que es 100% ecuatoriano”.

Manabí, Guayas, Azuay y Cañar son las provincias en donde se dedican a esta actividad tradicional.

Según Quishpe, tienen identificados a más 15 mil artesanos en estas 4 zonas, “pero la cifra podría ser mayor y ese es un tema que aún está pendiente. Hay que identificar a todos los artesanos para que puedan beneficiarse de las políticas implementadas por el Gobierno”.  

Mónica Quezada, directora regional del Instituto Nacional de Patrimonio, señaló que entidades como el Instituto de Economía Popular y Solidaria, ProEcuador, el Ministerios de Educación y el de Industrias y Productividad desarrollan procesos de capacitación para que las asociaciones mejoren su producción.

Según Quezada, antes de la declaratoria, en Azuay y Cañar solo estaban identificadas 12 asociaciones y en la actualidad son 22. (I)