Con la cría de pollos y la siembra de varias legumbres, se mantenía una familia de 15 miembros, en una zona apartada de Zaruma, provincia de El Oro. El párroco de la localidad los encontró viviendo en la extrema pobreza y a los menores sin asistir a la escuela.

La madre, María Macas, de 40 años, tuvo su primer hijo con su esposo, Ángel Macas, cuando era muy joven. A la fecha, han procreado 10 vástagos cuyas edades van desde los 2 meses hasta los 19 años.

“Mi niña (18 meses), nació discapacitada. No he seguido ningún tratamiento porque no tengo dinero”, dijo la humilde mujer. Por la falta de recursos ninguno de sus hijos asiste a la escuela. Además, vivir apartados de la ciudad les imposibilita trasladarse a cualquier institución regentada por el Ministerio de Educación.

El jefe del hogar se gana la vida en el campo. “Con lo que obtengo solo me sirve para pagar el arriendo donde vivimos. Esta casa pertenece a una finca”, dijo Ángel, mientras daba de comer a los pollos en el patio de la modesta morada.

La familia vive en el barrio Chorrillo, donde hay pocas casas, pero de familias muy numerosas.

Juan Guanuche, párroco de la localidad y quien descubrió a la familia, realizaba un trabajo de campo cuando se percató de que varios de los niños dormían en el suelo, ya que no tenían un colchón donde acostarse.

“Cuando recién llegué ellos no tenían donde descansar. Solo comían molido de verde”, dijo el sacerdote, que dio a conocer el caso para que las autoridades competentes actúen.

La preocupación del prelado es que los chicos no van la escuela y todos presentan un cuadro de desnutrición.
Así, uno de ellos que tiene 12 años, aparenta tener 7. No solo María lidia con sus hijos, sino también su hija de 19 que a su corta edad ya tiene 3 retoños.

“Hemos hecho las gestiones para que los zarumeños den la mano a esta familia”, dijo el párroco.

Comenzó a llegar la ayuda

Luego de conocer el caso, el MIES acudió con su personal y llevó ayuda y levantó la información de los miembros del hogar, para incluirlos en los programas que brinda esa cartera de Estado.

Por el momento, les proporcionaron víveres y vituallas.

Los técnicos del Distrito Piñas del Ministerio, evaluaron a los menores y confirmaron que están desnutridos debido a la poca asistencia médica y a la falta de una buena alimentación.

Silvia Landín, directora de la entidad distrital, expresó que la madre comenzó a recibir el Bono de Desarrollo Humano, para que tenga un ingreso económico y pueda dar comida a sus vástagos.

Empero, la hija de 19 años que ya tiene 3 pequeños también requiere la ayuda.

El ministerio coordinará con otras entidades estatales, ya que una de las hijas de año y medio sufre de epilepsia y no tiene movilidad en su cuerpo.

La menor requiere del diagnóstico médico para ser atendida por la Secretaría Técnica de Discapacidades (Setedis).

Los funcionarios anunciaron el inicio de las gestiones para que todos los menores en edad escolar, se inserten en un plantel.

Del mismo modo, cada miembro de la familia, recibirá asistencia psicológica.