Publicidad

Ecuador, 05 de Febrero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Publicidad

Comparte

Una ciclovía reemplazará tramo Cuenca- Biblián en el Ramal Austral del ferrocarril

En la ciudadela Chaguarchimbana, en medio de las líneas del tren, una especie de monumento a una bicicleta contrasta con el mural de un ferrocarril sobre el perfil de la catedral de Cuenca. Foto: Daniela León / Para El Telégrafo
En la ciudadela Chaguarchimbana, en medio de las líneas del tren, una especie de monumento a una bicicleta contrasta con el mural de un ferrocarril sobre el perfil de la catedral de Cuenca. Foto: Daniela León / Para El Telégrafo
-

Cuando Jorge Bernal abre las puertas de la Hermandad de Ferroviarios de Cuenca, en la abandonada estación Miguel Ángel Estrella, sector Gapal, al sur de la ciudad, un olor a casa antigua le da la bienvenida.

Es como el preámbulo de la nostalgia, el transporte para un viaje al pasado en el tren a vapor que ya no existe, en vagones de carga que dinamizaban la economía nacional; es escuchar el bufido sobre las rieles o el pito de las locomotoras por los aires: recuerdos que para algunos son imágenes de lo que nunca vivieron.

Jorge Bernal tenía 15 años cuando empezó a trabajar de peón de rieles, luego fue ascendiendo a motorista y a los 45 años se jubiló. Hoy, a sus 66 años, es el presidente de la Hermandad de Ferroviarios de Cuenca, y quizá su memoria, como la de los que vivieron aquella época, sea lo más cercano para entender lo que significó el tren para Cuenca.

En medio de las nostalgias, Jorge repasa cómo se constituían las rutas férreas que fueron incrementándose después de su creación, en la presidencia de Eloy Alfaro en 1989. Hacia el Norte del país se construyó la ruta Quito-San Lorenzo, hoy está en operación solo un tramo entre Ibarra y Salinas.

De Quito a Durán la ruta se denominó Tren del Sur. En Chimborazo está la estación de Sibambe, desde donde se construyó el Ramal Austral hasta Cuenca; de este trazado está habilitado el tramo Tambo-Coyoctor.

Con la intención de recuperar una de las obras más importantes a nivel económico y simbólico para el Ecuador, el actual Gobierno decidió rehabilitar el sistema ferroviario y convertirlo en un proyecto turístico. Esta rehabilitación ha alcanzado la ruta del Tren del Sur. En la actualidad el tramo Cuenca-Azogues-Biblián tiene otro horizonte, pues el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) trabaja en un proyecto de ciclovía y sendas peatonales que, de aprobarse, seguiría el trazado mencionado.

Jorge Bravo Medina, ingeniero estructural del MTOP y miembro de la comisión de contratación de la consultoría del proyecto, dice que con Ferrocarriles del Ecuador llegaron a un acuerdo de “nota reversal” para que la vía del tren sea de competencia del Ministerio, pues la empresa de Ferrocarriles tenía competencia legal sobre ella.

La idea de levantar la ciclovía por esta ruta se decidió “considerando que muy difícilmente pueda ser rehabilitada, porque tiene inconvenientes (obstáculos) en su trazado original, como las lagunas de oxidación, avenidas como la 16 de Abril, y algunas fallas geológicas en Cañar”.
La ciclovía y las rutas peatonales tendrán una extensión de 35 kilómetros entre Cuenca y Biblián. En Quito hay un proyecto similar de ciclorruta que sigue la vía férrea por 20 kilómetros, denominada Chaquiñan, que, según Bravo, ha dado excelentes resultados. En el Austro se ha desistido trabajar en la rehabilitación del tren por la ruta original.

Bravo informa que el proceso de contratación para la consultoría del proyecto se hizo a través del Portal de Compras Públicas y fue adjudicado a la CONSULTORACAV el pasado 13 de junio; un mes después se entregó el anticipo y el plazo para concluir la consultoría es de 120 días. El presupuesto asignado asciende a $ 238.335.

Caminando por durmientes y rieles desde la vieja estación Miguel Ángel Estrella, la vía es un manojo de sorpresas: alrededor de la estación se ha instalado una serie de casas ocupadas por exferroviarios y sus familias, su apariencia evidencia sus muchos años; más al Este, en la ciudadela Chaguarchimbana, como una premonición hay un monumento de una bicicleta en medio de las líneas del tren.

Las líneas férreas siguen intactas hasta el hospital del IESS, donde desaparecen. Esa gigante construcción de cemento borró el trazado del ferrocarril, al igual que el Hospital del Río. Más abajo, las lagunas de oxigenación y parte de la autopista Cuenca-Azogues también ‘invadieron’ las paralelas del tren.

Menos de un kilómetro hacia el Este, sin rieles ni durmientes, una vía carrozable acompaña a la orilla del río y acoge una zona de saucedales, es lo que queda de ese tramo. Más al Este, en Guangarcucho, se construyó un puente sobre el río Cuenca para uso exclusivo del tren, pero es inaccesible porque está dentro de la hacienda Holstein, cuyos propietarios lo han cercado.

Sin embargo, Jorge Bravo asegura que toda vía férrea o vía pública tiene “derecho de vía”, lo que significa que no puede pasar a manos privadas: “el puente es una vía pública y será recuperado”, aseguró el técnico del MTOP.

Entre el sector de El Descanso, la estación de Azogues y Biblián, los vestigios de la vía férrea son intermitentes, borrados en algunos tramos por ocupaciones urbanas.
Como la noche cayó, Jorge Bernal se guarda las nostalgias, cierra la puerta de la sede de la Hermandad de Ferroviarios y se va por la vieja estación alumbrada por la luna.
Así, el tren para Cuenca, será solo un recuerdo montado en bicicleta

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media