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Los menores se han presentado en varias provincias del país
Una banda estudiantil que rompe viejos esquemas
Su pie se mueve al compás del saxofón, mientras que a sus pequeños dedos aún se les dificulta tocar todas las notas musicales.
Valeria Vizhnay tiene 8 años y desde hace un año forma parte de la banda de pueblo estudiantil de la Unidad Educativa Paccha, de la misma parroquia. Sus padres le dicen que es la ‘mascota’ del grupo por ser la más pequeña.
Son más de 40 chicos desde los 8 hasta los 17 años quienes integran la banda, que ya ha recorrido varias provincias del país mostrando su talento.
Para Valeria no fue fácil aprender a tocar el saxofón, pues debía combinar las tareas de la escuela con las horas de práctica del instrumento. Lo mismo ocurrió con sus demás compañeros, quienes con constancia y esfuerzo aprendieron; en la actualidad ya cuenta con un repertorio de 20 temas.
Manuel Culcay, rector de la Unidad Educativa Paccha, explicó que se trata de un proyecto de educación dual que inició a finales de 2012. “Paccha es una tierra de músicos, pero, lamentablemente, músicos que están sobre los 50 años y no habían renacientes, entonces la idea partió de que teniendo ese potencial y gente que sabe música, se tenía que aprovechar”, dijo.
Inicialmente 6 estudiantes integraron la banda, el número aumentó a 15 y en la actualidad son 45 menores, que, a criterio del rector, además de aprender a tocar un instrumento, se volvieron más disciplinados y, en algunos casos, ya reciben ingresos económicos. “Algunos tienen sus grupos aparte y trabajan los fines de semana”, expresó.
La primera presentación del grupo fue en las fiestas de parroquialización de Paccha en 2013. No pensaron que luego se presentarían en otras provincias como El Oro y Loja.
El grupo tiene un directorio de padres de familia que realiza las gestiones para las movilizaciones de los menores, el pago a los maestros y la adquisición de los instrumentos musicales. Es por eso que Culcuay consideró que se trata de un proyecto participativo en el que se ha visto el respaldo de los padres de familia, de los habitantes de la parroquia, e incluso del Municipio (entidad que desde el último mes se hace cargo del pago a los maestros).
“Hay que destacar que los menores reciben clases de un padre de familia de la institución y de su hijo”, dijo el rector.
Roberto Plaza, exalumno, es en la actualidad el director del grupo, su padre, Víctor Plaza, es un exmilitar que dirigía la banda del Ejército y que desde 2012 decidió colaborar con el establecimiento para preparar a los menores.
Roberto, quien estudio en el conservatorio, manifestó que inicialmente fue complejo trabajar con los estudiantes, pues, explicó, lo único que les interesaba era divertirse. “Hacían bromas y en vez de practicar se ponían a jugar”, dijo.
En la actualidad ver tocar a los menores y presentarse en diferentes eventos representa un sueño hecho realidad.
Roberto Juca es uno de los primeros integrantes de la banda. Empezó tocando la trompeta y ahora hace sonar el trombón pocket. Explicó que se le hizo difícil aprender la técnica de embocar. “Pero fui progresando y ya aprendí” dijo.
Juca, al igual que su compañera Fátima Chitacapa, de 17 años, dijeron sentirse orgullosos de integrar la banda y destacaron que allí también existe compañerismo. “Tenemos compañeros que están en el conservatorio y saben más cosas, entonces ellos también nos ayudan”, acotó Fátima. (F)