Un incendio redujo a cenizas casa patrimonial
Un voraz incendio ocurrido la noche del jueves dejó en escombros a una vivienda de construcción mixta considerada como Patrimonio Cultural de Machala.
El flagelo sucedió en las calles Sucre, entre Tarqui y Junín, frente a la cooperativa Azuay. En el percance no hubo víctimas ni heridos, pero sí la destrucción del inmueble construido hace unos 80 años.
Los bomberos presumen que el fuego se originó por un cortocircuito, pero varios testigos mencionaron que dentro del inmueble vivía una pareja de ancianos, quienes todos los días prendían una vela al Divino Niño, lo cual habría provocado el inicio de las llamas.
Personal especializado de la “casaca roja” presentará un informe de las investigaciones en las próximas 24 horas.
En el domicilio, que pertenece a los hermanos Arcaya-Cabanilla, vivían seis adultos y dos niños.
La planta alta estaba destinada para los dormitorios, mientras que en la baja se alquilaba para un restaurante y un taller de remachadora de zapatas.
Las ocho personas que se encontraban dentro del inmueble, al ver el fuego, salieron en precipitada carrera y de inmediato llamaron al ECU-911. A los cinco minutos, según indicaron los vecinos, acudieron los bomberos.
Motobombas, carros cisterna y efectivos se hicieron presentes para combatir el flagelo.
A los pocos minutos explotó el primer cilindro de gas, lo cual desató el nerviosismo entre los moradores del sector.
De inmediato, personal de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) Regional El Oro llegó al sitio y suspendió el fluido eléctrico en el circuito Sucre, que abarca el casco central de la ciudad.
Las llamas eran incontrolables y por ello llegaron refuerzos desde El Cambio, Pasaje y hasta El Guabo. Además, se hicieron presentes camiones cisterna de la empresa pública del Gobierno Provincial Autónomo de El Oro (GPAO), Envial.
Tres tanques de GLP también estallaron en el momento que los bomberos pugnaban por controlar las llamas para poder ingresar al inmueble y sacar los demás cilindros. Fue del comedor de donde se extrajo la mayoría de bombonas, las cuales fueron enfriadas para evitar que explotaran.
Después de más de una hora de tenaz lucha, finalmente se pudo sofocar el fuego.
A causa del humo, tres bomberos resultaron asfixiados.
A las ocho personas que vivían en el inmueble y que perdieron todas sus pertenencias no les quedó más que consolarse mutuamente en medio de lágrimas.