Desde el domingo anterior, un total de 335 trabajadores de la empresa minera Ecuacorrientes o Ecsa, asentada en el cantón el Pangui, en Zamora Chinchipe, tomaron una medida de hecho al rechazar, según ellos, los incumplimientos en el orden laboral por parte de la empresa.

Agrupados en el comité de empresa Takamamu dijeron que no se ha ejecutado el contrato colectivo presentado al Ministerio de Relaciones Laborales en 2011. “Tenemos tomado el campamento, se han paralizado las actividades y estamos esperando una respuesta de los ejecutivos chinos. Esperamos concretar acuerdos en las próximas horas”, dijo Víctor Samaniego, secretario de los trabajadores.

Los empleados rechazaron los supuestos bajos salarios que perciben. Según indicaron, reciben $ 348 mensuales y pidieron una elevación de al menos $ 200. “Todo es manejable, es negociable, se puede llegar a un acuerdo”, insistió Samaniego.

Dijeron estar de acuerdo con la política implementada por el Gobierno sobre una explotación minera amigable con el ambiente, pero también argumentaron que necesitan que se cumplan los ofrecimientos. “Hacemos un llamado al Estado ecuatoriano y a los representantes de la empresa concesionaria para que lleguemos a un acuerdo, porque aquí debe ganar el Estado, la empresa y la comunidad”, manifestaron.